❀ Capítulo 41

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Mami Dinosaurio les desea a todos sus bebes un lindo año nuevo, navidad y cualquier cosa en la que decidan creer.

Sus mensajes me hacen muy feliz, se siente el apoyo a esta historia, nunca terminare de decirles gracias.

Los ama:
-Jane

El día que la repostería vuelve a funcionar, es un sabado por la mañana, hay una multitud de personas alrededor de la puerta, casi cubriendo al pequeño muchacho de ojo verdes en el centro.

Su novio y su hija lo alcanzan a observar aún así, aplaudiendo en cuanto las puertas de cristal son abiertas y los globos junto al confeti caen.

-¡Lou, es grandiosa!, ¡Mira que bonita! -Harry corre hacía su novio plantandole un sonoro beso en los labios que es correspondido rápidamente.

-Toda para ti, bebé -cuando se separan Louis frota su nariz con la del rizado y le deposita un beso en la frente.

-¡Papis! -Amy los jala a ambos de las manos -¡Hay que entrar!

Caminan tomados de las manos con Amy en medio, Harry no mentía, el lugar es notablemente más grande. La decoración es casi la misma, en tonos pastel y adornos blancos con perlas.

Ahora alrededor del mostrador hay mesas, las paredes son adornadas con flores y cuadros. El suelo, hipnotizante, parece como una capa de diamantina blanca debajo de una placa de vidrio.

El vitral que mostraba los postres casi dobla su tamaño adornado con hiedras llenas de flores de todos los colores.

Y mientras Harry le deposita un beso en la mejilla a Louis parandose de puntitas y uno en la frente a Amy para después alejarse hacia los hornos, su novio se detiene a verlo atentamente.

Harry sonríe estando en la repostería, actuando con libertad. Es cuando Louis nota que es ahí donde Harry pertenece, su lugar especial. Algo que es meramente suyo, que no puede ser quitado.

-¿Q-quieres quedarte? -pregunta Harry acercandose a la mesa donde Louis está sentado con Amy -Puedo traerte pastel... uh, yo se que trabajas, pero... me gusta tenerte aqui -admite, balanceando su peso de las puntas a los talones -Entiendo si no... si no quieres...

-¿No te molesta que me quede? -Louis quiere asegurarse de no estorbar.

-No, nunca -Harry sacude la cabeza -Tú y nuestra hija son, uh... algo así como V.I.P aquí -sonrie de lado.

Louis, incontrolable, le sonrie de vuelta.

-¿Puedo comer galletas, Papá Harry? -Amy mueve sus pies animada, que no alcanzan a tocar el suelo.

-Claro, princesa, ¿Cuales quieres? -Harry le sacude el cabello, haciendola reir.

-¡Con chocolate, por favor! -pide, dandole un trago a su vaso lleno de leche.

-¿Quieres algo, Lou? -los grandes ojos verdes de Harry apuntan hacia él.

-No gracias, bebé -recarga su rostro en sus manos dedicandole una pequeña sonrisa -Tengo que mantener la forma -bromea.

-Uh, te alimento así para que nadie te robe de mí... -Harry balbucea queriendo sonar divertido, termina por bajar la mirada y sonrojarse -O-olvidalo...

El resto del día pasa tranquilo, con gente llendo y viniendo a toda hora, personas de todos los tamaños y formas, chicos amables que alagan a Harry buscando su atención, tal vez algo más pero Styles ni siquiera se fija en ellos. Por que cuando se sienta en un banco alto o estira el cuello es capaz de ver al único que realmente le importa.

❀ Sweet boy ❀ [L.S. AU]Where stories live. Discover now