Un consejo

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Capítulo cuatro

Nadia había ido de compras con Hermes y este entró a una tienda a comprar café. Cuando de repente Apolo se acercó a ella y le hizo pasar un mal momento tratando de robarle un beso para que les sacaran una foto. Nadia le pegó en la entre pierna y el joven Apolo cayó al suelo.

—Trata de sacarle fotos a tu abuela —dijo ella molesta. No podía ser que siguieran tratando de dejarla mal parada.

Hermes vino, al darse cuenta de lo que pasaba tomó de la mano a Nadia para sacarla de ahí. Una vez que ya Apolo no estaba a la vista, ella comenzó a llorar.

—No dejaré que te hagan daño —dijo Hermes y la abrazó—. Yo te protegeré.

—Espera Hermes, ya estoy bien. Solo estoy un poco sensible porque me tomó de sorpresa —le explicó Nadia secándose las lágrimas.

—No lo estás y todo es culpa de mi hermano y mi familia. Déjame protegerte, cásate conmigo y ellos no volverán a molestarte —le propuso Hermes en un ataque de sinceridad—. Te ayudaré con Penélope y ...

—Espera, por favor. No digas más, no quiero que te sientas peor. Lamento si te di otra impresión, pero te considero mi amigo. Y nunca me casaría solo para evitar a los De la Renta. ¿Lo entiendes? —preguntó Nadia preocupada. No sabía que Hermes pensara así—. Debes saberlo Hermes, aun amo a Ulises.

—Pero él te engaño al igual que mi abuela —dijo Hermes molesto.

—Ya no sé si él fue responsable de lo que pasó. Además, ha cambiado. Escuchaste a Dionisio —dijo ella con ilusión.

—Debes entender que Ulises hará lo que sea por recuperarte. ¿Justo buscó la ayuda de Dionisio? Ellos se odiaban —aclaró Hermes.

—Tú también te llevabas mal con él, pero después su relación mejoró —dijo ella sorprendida.

—Lo siento, me molesté mucho cuando te vi llorar. Solo quería cuidar de ti. Eres mi mejor amiga —dijo él retractándose.

—Mejor volvamos y dejemos esto en el pasado —dijo ella, aunque quedó algo intranquila. ¿Podía confiar en Hermes?

Mientras tanto en la mansión. Artemisa veía regresar a su hermano Apolo.

—¿Y? —preguntó ella con demasiada impaciencia.

—No pude sacar la foto. Se dio cuenta y me pateo la entre pierna —dijo él aún adolorido peor entre risas.

—¿Y por qué te ríes? Eres tonto —dijo Artemisa molesta—. La abuela quiere que manchemos la reputación de esa chica. Si no lo hacemos nos cortará nuestros ingresos.

—Eso no me interesa. Tengo mis inversiones. No necesito el dinero de la familia —dijo su hermano gemelo—. Además, nuestra ex cuñada ha despertado curiosidad en mí. Una chica como ella, me dan ganas de seguir molestándola.

Después de decir eso, Apolo se sentó en el sofá a descansar. Su hermana no podía creer lo tranquilo que este se mostraba.

—Deja de decir tonterías Apolo. No puedo considerar que seas tan tonto —dijo Artemisa tratando de ofender a su hermano.

—Tú eres la tonta que sigue viviendo del dinero que la abuela nos da. Yo lo he invertido todo este tiempo y no dependo de ella —dijo Apolo mientras se acomodaba el cabello.

—¿Qué haces? Date prisa y deja de holgazanear —dijo Artemisa enojada.

—¿No se supone que tú también debes ayudarme? —preguntó él mientras su hermana le hacía bajar las piernas del mueble donde las había subido.

—Yo ya estoy haciendo mi parte. Esta noche comeré con Ulises y lo convenceré de volver a la mansión —dijo ella mientras buscaba unos zapatos para comprar en línea.

—¿Y cómo se supone que conseguirás que nuestro hermano mayor vuelva? —preguntó Apolo mientras se ponía de pie y le quitaba el teléfono a su hermana y lo tiraba en el sofá.

—Ulises siempre ha sentido debilidad por su hermanita menor. Así que le diré que me siento muy triste sin su compañía. Usaré mi cara de gatito tierno —dijo ella poniendo cara de niña tierna.

—Déjame decirte que puede que así haya sido en el pasado. Pero ahora no creo que seas lo más importante en su vida —dijo Apolo riendo.

—Nada es más valioso para Ulises que yo —dijo ella segura de sí misma.

—Piensa lo que quieres. Veremos quién tiene razón mañana por la mañana —dijo y comenzó a subir las escaleras—. Recuerda que la abuela nos dio tiempo hasta que naciera el niño. Después de eso deberías de empezar a prostituirte porque yo no voy a mantenerte.

—Eres un maldito —dijo Artemisa y le lanzó un almohadón que había en el sofá.

Por otro lado, esa tarde Nadia fue a acompañar a Dionisio a ver el nuevo local que iba a utilizar para abrir su segundo restorán.

—Este lugar es increíble. Incluso mucho más grande que el anterior —dijo ella sorprendida.

—Es genial, ¿no? —preguntó Dionisio feliz de que Nadia se entusiasmara tanto.

—Estoy muy orgullosa de ti. En menos de un año ya lograste abrir dos locales —dijo Nadia abrazando a Dionisio.

—Aún no he abierto el segundo. De todas maneras, todo esto es gracias a ti. Fuiste tú la que me abrió los ojos y me ayudó a darme cuenta de que decía dejar el pasado atrás y concentrarme en lo que es realmente importante —dijo Dionisio, orgulloso de sí mismo y de tener una amiga como Nadia.

—Deja de decir tonterías. Este mérito es solo tuyo —dijo ella mientras admiraba el edificio, era enorme.

—¿Por qué no aceptas un poco de crédito? —preguntó Dionisio—. Por hacerlo no te van a tocar acciones en mi empresa.

—Está bien. Lo acepto —dijo ella riendo.

—Hablando de dejar el pasado atrás. Quería comentar algo contigo —dijo Dionisio mientras elegía los pisos de una mesa donde estaban las muestras que le habían traído.

—¿Es sobre tu hermano? —preguntó ella mientras también miraba las muestras.

—Sí, lo siento —dijo Dionisio mientras le mostraba el que le gustaba a ella para que le diera su visto bueno.

—¿Él te contó que fue lo que pasó? —preguntó ella mientras le daba una muestra de color vino y una dorada.

—No tengo toda la historia, pero me gustaría saber qué es lo que piensas tú —dijo y tomó las muestras. Ella era muy buena decorando.

—Aún me siento rara. Él es un buen amigo y me ha ayudado mucho con todo lo que no se dé la empresa de mi padre. Pero escucharlo decirme que le gusto... Es raro —dijo Nadia inquieta.

—¿Hermes está loco? ¿Cómo es eso de que te dijo que le gustas? —preguntó Dionisio sorprendido. 

Autora: Osaku 

Una niñera para el CEO 2Where stories live. Discover now