─── 𝐃𝐎𝐋𝐋𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 ───
❝When I saw the signs, I should have let you go... but I kept you by my side.❞
───Donde Maeve Cameron está cansada de su vida y busca refugio en los brazos de su hermano mayor.
O
───Donde Rafe Cameron no puede resistir se...
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Cómo era de esperarse, el huracán vino con toda, destrozando la isla a su paso, y aunque tal vez Maeve no debió sorprenderse por eso, lo hizo de todas formas.
—¿Cómo es posible que haga tanto calor? —se quejó Maeve al lado Kelce, pasando uno de los vasos de limonada que había servido para que esté lo tomara mientras caminaban en busca de los demás—. Literalmente sentí que la lluvia nos ahogaría anoche.
—Tienes razón, rubia —asintió, pasando la bebida fría a su otra mano para intentar refrescarse con su palma ahora húmeda—, esto no me pasaría en la gran ciudad.
Maeve lo miró de reojo con una sonrisa divertida en su rostro. —Papá dice que New York está lleno de personas dementes y humo de carros, ni siquiera podrías respirar en un lugar como ese. —dijo, a lo que él otro soltó una risa profunda.
Sus habilidades sociales habían mejorado luego de todo, al menos.
Maeve se había propuesto conocer personas; en algún punto en su juventud su timidez había sido un impedimento para esto, y cuando creció un poco más, y se abrió a la idea de conocer personas, James llegó a su vida, y en ese momento muchas cosas más dejaron de tener importancia.
Pero después de James, con Wheezie entrando en su etapa adolescente que se encerraba a sí mismo, Sarah sin enterarse de nada, y su relación con Rafe en las peores condiciones que se había imaginado.
La soledad de Maeve se convirtió de "Me encanta estar sola y no necesito a nadie para ser feliz" a un triste y casi desesperante "Maldita sea, estoy realmente sola ahora", tal vez fue parte de ese pensamiento lo que permitió que la Cameron pensará que la presencia de James en su vida no era tan negativa como lo era, porque él parecía realmente interesada en ella, y había prometido jamás dejarla sola... Claro, Maeve no había notado un problema con eso en aquél momento, ahora lo hacía.
—¿Que carajos? —rió el moreno, a lo que Maeve volteó a verlo, solo para después seguir su mirada y encontrarse con su hermana... ¿Haciendo algo que solo Sarah entendería—. Tu hermana está realmente loca.
—Déjala —lo regañó levemente—. El internet se cortó ayer y no se nos ocurrió descargar la película que queríamos, ninguna están muy feliz.
