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Muy bien, ya hablamos de los pequeños pollitos que tenía el de pelo azabache, ahora toca su único amorío poliamoroso.
Los ex-prometidos del pato estaban en una casa que se costearon de alguna forma, no tenían suficiente hierro o oro para más noches asique harán una casa por la mañana.

Pensaban hacerla con la temática de champiñones como su reino en el SMP. Y esta ves si harían las cosas bien, tendrían a su querido pato a su lado, no abandonandole o dejándole solo.

Estaban ahí los dos abrazandose tratando de cubrir la persona que faltaba en medio de ambos, un pequeño cuerpo cálido y con un lindo pelo azabache con plumas doradas en sus orejas que suelen ser escondidas por el gorrito que siempre lleva puesto. Eso extrañaban, oírlo decir sus curiosas ocurrencias o lo mucho que quería a el pequeño ya no tan pequeño Tobías.

- Tu crees que él esté bien? Me preocupa bastante, más si le oculte la verdad sobre mis viajes en el tiempo...- hablo el de chaqueta de colores y espirales. Abrazando a su prometido gustoso de el calor corporal que este le otorgaba.

- Esperemos que si cariño, no sabemos dónde está y aún no encontramos un rastro de el además que está en este pueblo!- Dijo con cansancio el híbrido de blaze.

- Sabes ... Aveces siento que el no nos reconocerá o recordara. Y no quiero que pases por eso de nuevo! Se que fue muy díficil para ti ayudarme a recordar lo básico siquiera!-

- No podría soportar que también tenga que hacerlo recordarnos... Y me dolió bastante el como nos dejó ese día en Kinoko Kingdom, no me dejó explicarle y no quiso volver a verte ni en pintura.- hablo el híbrido de blaze mirando al techo tratando de idear un plan para encontrar denuevo a su querido pato.

- Será mejor que durmamos, talves por casualidad nos lo topemos en este pueblo. O eso quisiera la verdad, pero hay que mantenerse positivos no?- dijo con unas pequeñas lágrimas que se escapaban de sus ojos, no debería llorar y lo sabe. El por su pérdida de memoria y por no contarle a su querido prometido termino su lindo compromiso y también arruinó la relación entre Sapnap y Quackity los cuales no terminaron en pésimos términos como el y el patito.
Se sentía culpable por eso, talves si no lo hubiese ocultado talves estaría casado y feliz con sus dos amados prometidos, pero aquí está rogando con que no los haya olvidado o les guardase rencor a ninguno de ellos.

Sentía que la culpa le devoraba desde adentro, sus entrañas y su corazón eran devorados por su culpa y pena. Su mente y pensamientos le atormentaban dejándole en claro que no debió haberse quedado callado, debió hablar apesar que pueda preocupar a sus prometidos o seres queridos.

Por su lado Sapnap no podía dormir, no con cierto pesar en su corazón y mente, el no sentir su pequeño prometido con hermosas alas doradas que a su memoria estaban rotas y sin movimiento. En sus momentos a solas con este el cual dormía plácidamente, tenía la esperanza de verlo volar con esas lindas alas que estaban rotas. Talves ese sueño era ridículo pero a su percepción era de los sueños más bonitos que tuvo, ver a su prometido abrazandole mientras aleteaba y trataba de aprender a volar de apoco le parecía de lo más tierno.

Pero no pudo hacerlo, no en ese lugar infernal que tuvo que llamar hogar. Talves en este pueblo pacifico podría! Pero primero que nada debia encontrarlo y tener los dedos cruzados como para que esté le recuerde y no le tenga rencor alguno.

Su mente era un revuelto de muchas cosas, felices momentos, el día más horrible que tuvo y sus pequeños sueños y deseos. Todo eso lo mantenían despierto y algo emocionado pero también ansioso.
Tenía tanto que decir y que llorarle a quackity por solo verle, pero sabe perfectamente que no es el único que piensa hacer eso o tiene en mente llorar en descontrol al ver a su segundo prometido. Karl extrañaba más que nada a quackity y quería disculparse y pedir talves una segunda oportunidad con el. No lo culpaba, si el se hubiera mandado una cagada de ese tamaño haría lo mismo. Si, lo perdono y lo comprendió pero también sabe que la cago en grande.

- Tu crees que nos perdone?- Hablo de la nada el de chaqueta de espirales, sacando de su burbuja a su pareja.

- Eso no lo sé... Talves luego lo descubramos.- hablo ya algo cansado de pensar el de pelo negro con las puntas de color más anaranjado tirando a amarillo. - Karl, deberías dormir. Debes descansar.- dijo dando a entender que no estaba preguntando, si no ordenando. Odiaba obligar a su pareja pero este por su ansias de ver a su otro prometido se desvelaba y trataba de salir de la casa para ir a buscarlo apesar que le dijo claramente que no se meta en el bosque mucho menos de noche.

Pero también quería salir e ir en busca de ese peli azabache con alas, anhelaba volver a verlo y deseaba en lo profundo de si abrazarlo con fuerza para que no se valla de su lado nuevamente. Aunque fuera peligroso! Se arriesgaría una y mil veces por ir a encontrarle! Pero si fuera solo Karl se enojaría por ser un hipócrita, no lo deja ir a él, pero el si se da el lujo de salir en la búsqueda apesar de los peligros desconocidos del pueblo.

- Sap, ni se te ocurra irte sin mi! Y si te ocurre algo?! No podría con la culpa y miedo de perder a mi otro prometido.- Dijo aferrándose con fuerza a el pelinegro de gran altura. No quería perder a nadie más ya que le dolió bastante perder a su querido patito dorado.

Se escuchó un suspiro cansado, luego la respuesta que quería el de cabello castaño claro. - Bien, solo no te vallas de aquí bien? Tu sabes cómo me pongo en desesperación y no es la faceta más bonita de ver ni de sentir.- dijo para finalmente acomodarse para siquiera fingir dormir si es que su ansiedad gana contra su cansancio.

Solo querían dormir, soñar que seguían al lado del de pelo azabache. Eso querían devuelta pero talves... Más que solo unos mortales serán su problema y obstáculo?

𝒬𝓊𝒾ℯ𝓃 𝓈𝒶𝒷ℯ 𝒸ℴ𝓃 ℯ𝓍𝒶𝒸𝓉𝒾𝓉𝓊𝒹?

☘︎Eʟ ᴅᴇsғᴏʀᴛᴜɴɪᴏ ᴅᴇʟ ᴘᴀᴛᴏ☁︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora