𑁍028☘︎

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Seguía al slime que estaba mirando de aquí a allá buscando en su memoria si es que paso por ahí antes de perderse por completo ya que le dolía bastante el olfatear el aire con su nariz después de hacerlo por un tiempo prolongado, no confiaba en absoluto en el slime pero le tocaba tenerle fé ya que le dolia lo único que lo podría acercar a lo que busca.
Y para la fortuna del cabrito si reconoció algo. Un lugar espacioso se dejaba ver tras cada paso que daban, ese espacio tenía en medio una casa. Estaban en el ángulo perfecto para no ver a las personas que habían ahí ya que la casa los tapaba.

Pero el slime más conocido como Charlie corrió alegremente a la casa más específicamente a donde estaba la puerta. Tubbo lo miro raro, pero su adolorida nariz captó un olor peculiar. Su madre tenía ese olor tan peculiar.

Corrió tras el slime haciendo sobresaltar a su esposo que miraba las acciones del chico echo de masa babosa, el cual saludaba a todos los presentes. Pero el cabrito no le interesaban ellos. Le importaba el único adulto ahí.

Su pequeño hijo al verle corrió a abrazarle, mentiría si dijera que no se sentía más tranquilo con sus dos familiares juntos.
Y su hijito le tomaba la mano de una manera que significaba que lo siguiera. Y quien era el para decirle que no?

Siendo guiado por su hijo con un híbrido de enderman atrás suyo por unos simples pasos. Se adentro en la casa junto con su pequeño hijo, no había nada muy interesante en esa casa y aún así le parecía curioso. Olía a su madre, mesclado con madera barnizada y a flores sutilmente. Se adentro ya ahora con el niño a su lado ya que le soltó la mano al empezar a olfatear nuevamente el aire, el olor a flores y a madera le llenaban de recuerdos y melancolía.

Seguía el olor como un cachorrito rastreador, dulce pero no asfixiante. Cada que se movía sentía más y más fuerte ese olor. Le ponía ansioso el no encontrar rápido la causa del olor, pero no podía desesperarse, no ahora que estaba tan cerca.

En cambio el peli azabache que este buscaba estaba tarareando una canción de cuna en lo que cortaba champiñones y unas zanahorias. Con tranquilidad cortaba en cubitos las zanahorias y hervía agua en una olla que tenía bien guardada ya que comía cosas simples como pan y fruta. Pero esta ves pensaba lucirse y cocinar algo. Escuchaba pasos acercarse, no le importaba demasiado, tiene entendido que su casa parece guardería de tanto niño que tiene a su lado.

Los pasos pararon bastante cerca de donde estaba, o eso lograba percibir su oído.
Iba a simplemente escuchar y seguir cocinando pero el pequeño piglin se abrazó a su pierna para tratar de ver que hacía el mayor. Ante eso, el peli azabache respondió con una risa leve y acaricio la cabeza del pequeño para luego seguir con lo suyo. Pero aún escuchaba una respiración que se agitaba cada segundo que pasaba.

Pasa algo?— No dijo un nombre, solo pregunto ya que posiblemente podría ser alguien al azar y podría llegar a ofenderle si decía un nombre incorrecto.

No le respondieron. Solo escuchaba como la persona que estaba a su espalda como alguien se hiperventilava, eso hizo que dejara todo a medias y mirara a sus espaldas.

El cabrito estaba contento, encontró a quien busco sin descanso, estaba frente a el mirándolo con preocupación. Se estaba ahogándose con su propia emoción y el aire en sus pulmones. Su rabo se movía notablemente, estaba tan feliz de volver a verle.

Mamá Q...— su voz sonaba débil, no comprendía porque su vos era tan ... Fragil. Su cuerpo se sentía más pesado pero aun así abrazo con fuerza a su madre. Se apoyo en su hombro y empezó a olfatear nuevamente a su madre, olía diferente a como le recordaba. No olía a miel y al leve residuo del perfume de su padre biológico, olía a flores sutilmente, plantas y la madera. Le llamaba la atención ese olor, pero le gustaba más este olor que tenía ahora.

El de pelo azabache por su lado estaba extrañado por el actuar de ese cabrito, pero lo dejo ser, su corazón o mente se sentía calmada con este abrazándole. Con calma empezó a jugar con su cabello castaño chocolate, también sentía como este echaba cada ves más su peso sobre el, como si estuviera durmiendo sobre el. Y eso estaba pensando, el cabrito estaba tan estresado y cansado que se durmió en los brazos del peli azabache el cual no supo bien que hacer con este, no sabía si sacarlo afuera y dejarlo con Bimbo o dejarlo acostado en su sillón que hace no mucho acomodo en la sala. Optó por la segunda opción, quería y conocía las mañas de su hijo osito polar, una persona más acostada en el y seguramente le miraría con cara bonita para que le den otro filete de carne.

Y el era bastante débil a una mirada bonita y evidentemente a personas con pelo castaño.

Dejo a el chico en el sillón y fue a mirar afuera para ver si el caldo alcanza para todos o si tendría que seguir su dieta de depre. Vio a dos personas nuevas en su jardín, asique tuvo que contar cada ser viviente que estaba ahí excluyendose.

Los hijos del emo de mierda, el pequeño piglin, el pequeño zorro ártico. Con ellos ya llevaría seis, Tommy, Fundy, Purpled y ese we alto, serían diez, el chico cabrita y Charlie. Doce, tenía que alimentar a doce personas sin contarse a si mismo.

Debía ahorrar para comprarse una olla más grande o si no tendría que cocinar el doble y posiblemente tener disputas sobre la diferencia en la comida si es que sus invitados son quisquillosos. Se devolvió a la cocina y saco unas cuantas papas, las lavo y pelo para ponerlas a fuego algo alto en el horno para comer pronto, el olor a comida lo mareaba y le daba hambre.

Al rato termino el almuerzo, sopa de champiñones y papas horneadas. No es mucho pero es lo que tiene. Si el problema no era la comida entonces lo serán los platos en los que servirá.
Saco la olla y la dejo en una pila de ladrillos que le quedaron, y las papas estaban a un lado. Tenía los suficientes platos para sus invitados milagrosamente pero no para el, asique pensaba comer en la misma olla llamo apesar que el olor a comida era evidente.

A comer!— Grito y todos se acercaron hasta estar en una filita para esperar su plato.

Uno a uno los platos se fueron llendo, primero los más pequeños como Micheal y Yogurt, los cuales les sirvió sopa y papas horneadas y luego siguieron los peli rubios? Uno más que nada tenía pelo cenizo e igualmente miro curioso cuando le extendió el plato con sopa de champiñones. Pero el de cuernos y cola de demonio lo saco arrastrando de alfrente suyo, le sirvió a el alto mitad y mitad que lo miro curioso y con una pequeña sonrisa le agradeció la comida, luego estaban los hijos de luzu que lo miraron expectante. Tierra estaba aún en donde Bimbo asique Fuego, Agua y Viento vinieron a por su ración junto a la que les tocaba. Pero no sé las dio, el pensaba que sería mejor que la despertarán y luego el iría a darle su almuerzo. Charlie luego le miró, deseaba preguntarle si queria comer pero este rapidamente le negó cuando trato de servirle sopa y solo miro de forma nada disimulada las papas. Asique eso le puso en el plato, solo papas y aunque le recalco que no quería sopa le echo por lo menos unos champiñones ya que unas papas horneadas no llenan nada por si mismas.

Lleno un último plato con sopa simplemente, sin champiñones o zanahorias, solo el caldito. Y se aproximó a donde Bimbo y la niña que parecía leche con frutillas, la movió suavemente esperando que despertara pero no cooperaba asique empezó a hablarle a ver si así respondía.

Lentamente y de forma pesada la niña empezó a despertar, su mirada estaba en el cielo y eso la alertó haciendo que se sentará de golpe provocando que se mareara por el repentino movimiento brusco.

Hey, no te alteres tanto. Tus hermanos te trajeron aqui ya que su "papito querido" los ignora. Pero eso no es tema de ahora, tienes que comer y recuperarte ya que le haces competencia a la leche y a las frutillas.—  dijo agachado a la altura de la niña con nariz de frutilla. Esta le miró raro, pero luego de un momento acepto la sopa de champiñones que le tendian casi en la cara. El peli azabache le pasó el plato y una cuchara y se sentó a su lado. Quería saber levemente aunque ni siquiera le incumbiera lo que pasará en esa casa que tenía un ambiente hogareño. Asique empezó a preguntar cosas mínimas como, si habían comido, estaban bien o esas cosas. La menor le respondía de forma tímida que hace unos días que sentía el cuerpo entumecido y casi no podía comer.

Y que paso con don alcalde?— Pregunto directamente ya que si seguía preguntado cosas mínimas no llegaría a nada.

☘︎Eʟ ᴅᴇsғᴏʀᴛᴜɴɪᴏ ᴅᴇʟ ᴘᴀᴛᴏ☁︎Where stories live. Discover now