✽030⎔

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Sabe mejor que nadie que tratar de alterar o experimentar con un alma es una decisión de lo peor, son igual de peligrosas como el fuego, escurridizas como el agua y se pierden como el viento. Un caos total.

Recuerda hacer invenciones como escobas voladoras y otra pila de artilugios, también había amaestrado la alquimia en todos los grados, pero lo único que nunca a tocado ni en chiste de la magia es la corrupta o la magia negra. Esa no es sencilla, mucho menos limpia. Esa requiere sangre, ambición y un intercambio equivalente.

No puedes ofrecer algo que es equivalente a una maldición y pedir la inmortalidad. Es ojo por ojo, sangre por sangre, eso es la magia negra.
Por eso los seguidores de los dioses oscuros hacen o solían hacer sacrificios. Si ya ofrecían sangre el coste de sus conjuros, maleficios y maldiciones era reducido.

Era por eso que los magos y alquimistas oscuros eran grupos reducidos y selectos. Cautelosamente escogidos para hacer la magia, los débiles y sin magia eran un sacrificio humano para sus dioses retorcidos. Había muchas manchas en la historia de la magia, mucha sangre y demaciada muerte manchando las páginas de libros sobre ese tema si se era tocado demás.
Había notado a simple vista que el "héroe" Luzu era hijo de un alquimista o bruja de magia negra. Sus pupilas escarlata llenas de ambición desmedida lo delataban, era consciente de aquello y por ello no quiere entregarle sus anotaciones.

Los alquimistas oscuros eran reconocidos hace siglos atrás por tener esclavos controlados con sus pociones. Los libros de alquimia oscura eran siertamente imposibles de encontrar, siempre estaban a la mano de su portador. Y el único ejemplar que logró obtener para ver de qué se trataba estaba incompleto, páginas arrancadas, manchadas de pociones que deshacían la tinta y sangre en partes que hablaba de las condiciones de las pociones.
El estado de ese grimorio era deplorable, pero se comprendía si recordaba la historia de cómo lo consiguió.

Era joven, muchísimo más joven y aún estaba aprendiendo los grados intermedios de la magia que se solía usar en combate.

Y para su mala suerte se había encontrado en lo que practicaba con un aprendiz de brujo. Lo confrontó por casi quemarle la túnica negra con diversos grabados y bordados rojos y blancos.
Había tratado de disculparse pero no lo logro, el aprendiz estaba enojado y ya estaba sacando su grimorio para lanzar un maleficio o una maldición pero este fue rápido y le tiró el hechizo de ceguera temporal.
El aprendiz había caído al suelo ya que el hechizo termino empujándolo y por más que tratara de reconocer bien su entorno solo con el tacto solo tocaba tierra húmeda, humedecida por sus lágrimas que luego de un tiempo empezaron a caer al no poder ver.

El joven druida veía como el aprendiz sacaba sollozos de su garganta mientras repetía que como ahora era ciego, lo darían de sacrificio a los dioses para que calmasen su furia. Eso le dio lastima a aquel joven druida, asique con cautela se acerco y se agachó a la altura del aprendiz.

Este apesar de no verlo, sintió como el druida estaba cerca y trato de todas las formas posibles alejarse de el. Estaba aterrado y estaba indefenso gracias a su ceguera.
Pero el druida no se apartó y se acerco nuevamente tratando de calmarlo. Era obvio que no se calmaria tan fácilmente, menos que confíe en un desconocido... Luego de eso no recuerda nada muy claro.

No recordaba por completo como fue el como aquel aprendiz termino siendo un amante suyo.  Hasta que su vida se apagó frente a sus ojos, pero lo amo como a nadie, lo extrañará por toda la eternidad si es que era necesario.
Talves era por aquello que se enamoro del peli azabache con bastante obvias raíces híbridas.

Tenía una apariencia física muy parecida, su personalidad es chocante en comparación a la de su antiguo amado. Este no era coqueto, infantil y juguetón. Y el otro era lo contrario, callado, serio en ciertos momentos y muy cortante en el comienzo. Pero lo amaba de igual manera, aquel cabello azabache sedoso, sus ojos miel a los cuales lograba encontrarles brillos dorados y aquella forma simple e inusual de demostrar cariño le era encantadora.

Talves sea por eso que solo se enamoro del joven héroe de cabello azabache, que por más que llamara su atención y le tenga interés... No estaría con este, le a llegado a interesar y preocupar, sí, pero jamás podría olvidar a su antiguo amado, no podía simplemente pasar página. No podía olvidar aquella persona alegre cuando le enseñaba aunque sea unos hechizos simples que no requieren de un intercambio.

También le había ofrecido una perspectiva diferente de la magia oscura, había conocido algo diferente a lo que en verdad era o conocía. Le había echo demostraciones de hechizos simples y sin tanto daño. No eran cosa de otro mundo si lo pensaba con su mentalidad actual, pero en su momento era algo impresionante, también recordaba lo mucho que trato de hacerlo cambiar de opinión con respecto a su magia.

Pero no podría, no cuando esa misma magia dreno lenta y silenciosamente la vida de su amor.

Pero ya había divagado demaciado en su pasado y su relación algo cercana que tenía con la magia negra, debía volver en si, tenía que.

Miro nuevamente sus anotaciones con respecto a esas armaduras, sabe que con solo su tacto noto que era un material sobrepuesto, pero no sabía que era hasta investigarlo, eran restos de un material distinto, no puro, era débil por si solo. La armadura era originalmente de diamante, como habían pulido y transformado los diamantes era algo no tan común en ese mundo. El material que recubría el diamante era oro, débil pero mesclado con restos de un mineral más fuerte. Pero aunque sea más fuerte, seguirá siendo un sobrepuesto.

Diamante, oro y netherite era lo que componía la mayoría de las armas y armamento. Curioso, pero ahora tenía en mente otra investigación importante y estos conocimientos no caerían en manos del alcalde. Podra ser encadenado y encarcelado pero jamás dejaría en poder de alguien inestable y colapsado algo tan importante y poderoso como ese resto mineral.

Sin más empezó a investigar sobre el corazón del volcán. Encerio necesitaba saber el porqué de las almas atrapadas dentro de este.

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Digamos que- el colegio no me mata porque soy mala yerba y esas no mueren. En fin un poco de trasfondo para el peta sapos ya que siempre lo hacen de pendejo y está demás.

☘︎Eʟ ᴅᴇsғᴏʀᴛᴜɴɪᴏ ᴅᴇʟ ᴘᴀᴛᴏ☁︎Where stories live. Discover now