Capítulo 9: El grupo

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- ¿Qué hacemos ahora? Pregunto Eloy, sin estar aun muy convencido de lo que iban a hacer.

- Ya os he dicho que no lo se.- Respondió Abraham.- No se como se juega a esto...- Y al rato, añadió, por dar alguna idea.- ¿Y si nos cogemos todos de la mano y comenzamos a llamar algún espíritu?

- Creo que no es así como se juega.- Dijo Natalia al no encontrarle sentido a las palabras de su amigo.- Creo que todos debemos de poner nuestro dedo índice en el puntero.

Todos se miraron entre si, y obedecieron a sus palabras. Natalia, al ver que todos pusieron los dedos en el puntero marrón, junto al agujero redondo que habia para ver las letras que marcaba el fantasma, (El supuesto "Fantasma") no pudo evitar sentirse importante. Por un momento, se sintió como una especie de guía, como si fuera la líder de una manada de lobos, pero ella sabia que aquellos pensamientos eran una tontería, ella no estaba guiando a nadie, ni era la líder de ningún grupo. Lo único que hacia era decir lo que suponía, no por intuición, sino porque era algo que habia visto millones de veces en películas de terror relacionadas con la Ouija. Sea así o no.- Se dijo mentalmente al ver que todos , concluida ella, tenían el dedo en el puntero.- No creo que ocurra nada. Los fantasmas no existen, y las películas son solo eso, películas. No ocurrirá nada, ¡Nada!

- ¿Y ahora? Pregunto Abraham mientras la miraba.

- Supongo que ahora es cuando alguien debe preguntar si hay algún espíritu. Intervino Yeiko.

- ¡Venga! - Exclamo Abraham.- ¡¿Quien se ofrece voluntario?!

- Yo no. Dijo Eloy rápidamente y de mala gana.

- De verdad Eloy, que cobarde eres algunas veces. Dijo Abraham, con un tono serio, pero burlón.

- ¡Hazlo tu entonces! - Añadió Eloy, con un tono chulesco.- Tu eras el que quería jugar. Además, es tu tabla, y estamos en tu casa, cierra el circulo, y habla tu.

- ¡Precisamente por eso no lo quiero hacer yo! - Explico.- ¡Prefiero que lo haga otra persona!

Era mentira, y era bastante obvio. No lo hacia porque el juego le infundía respeto, aunque no lo dijera o no lo quisiera admitir. Por esa razón prefería pasarle la responsabilidad a otro. Porque sabia que, si invocaba a un muerto, y el muerto comenzaba a hablarle, se cagaría encima. Corría el riesgo de que se cagara igualmente si otro le hacia las preguntas al fantasma, pero se sentía mas seguro así.

Miro a sus tres amigos, y entonces, se quedo mirando a Natalia:

- ¿Te importaría hacerlo tu Natalia?

Natalia lo pensó durante un rato, e hizo un leve gesto con los hombros.

- Si, ¿Por que no?

Dicho esto, todos se prepararon para oír a Natalia. Aunque, ella en el fondo, no sabia muy bien que decir, así que decidió basarse en lo que habia visto en muchas películas.

Aspiro hondo, centrándose en la Ouija, sin darse cuenta de que sus amigos hacia lo mismo que ella, y cuando estuvo preparada, dijo, muy seriamente, y con un tono alto:

- ¡Si hay algún espíritu en esta sala, que se manifieste!

No ocurrió ni se oyó nada, así que repitió:

- ¡Si hay algún espíritu en esta sala, que se manifieste!

Entonces, los cuatro notaron como el salón se hacia cada vez mas frio, mientras sentían como un pequeño escalofrió les corrió por todo el cuerpo. Aunque, no era exactamente un escalofrió, era mas bien, como una caricia.

La ouijaWhere stories live. Discover now