Capítulo 14: Yeiko

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Sábado, 27 de abril de 2019

A las doce y media de la madrugada, Yeiko se encontraba metido en la cama, recordando todo lo que habia sucedido aquella tarde.

Al principio, cuando Abraham le dijo por teléfono que Natalia iría, no se lo creyó. Pensó que su amigo se estaba burlando de el porque sabia que le gustaba. No se lo creyó, hasta que la vio en la casa de Abraham, junto a el y junto a Eloy. Si lo hubiera sabido.- Pensó.- Si hubiera sabido que Abraham decía la verdad, hubiera llegado antes para estar mas tiempo con ella.

Recordó el tiempo que paso junto a ella, no jugando a la Ouija, sino antes, cuando se marcharon los padres Abraham. Recordó el momento en el que estuvieron hablando de varias anécdotas, y recordó el momento en el que estaban cenando, siempre que la veía reírse, se alegraba, y notaba como su corazón palpitaba con fuerza mientras le costaba respirar.

Aunque, no era la primera vez que la pasaba. En el instituto, algunas veces, mientras estaba con ella y le miraba a aquellos ojos tan bonitos, ocultos bajo sus gafas redondas, notaba como su cuerpo se derretía mientras su corazón palpitaba con fuerza, sobre todo cuando ella le lanzaba aquella pequeña sonrisilla medio picara que ponía algunas veces. Era algo que no podía remediar, estaba enamorado. Claro que, aquella palabra asustaba, no solo a el, sino a todos los jóvenes, aunque no entendía el porque. ¿Qué tiene de malo estar enamorado?.- Se preguntaba muchas veces.- ¿Por qué nos asustamos cuando alguien nos dice esa palabra?, ¿Por que cuando alguien nos dices eso, pensamos directamente que esta loco, o que no entiende el significado del amor?, Esa ultima era la favorita de Yeiko, porque pensaba que en estos tiempos nadie lo entendía en realidad.

Prefería pensar eso, a que directamente no existiera. 

Si no existía, estaba claro que no tendría ninguna oportunidad con Natalia, pero si existía y nadie lo entendía, tal vez, solo tal vez, tuviera una oportunidad de estar con ella.

El, si se lo pedía, no le diría que estaba enamorado de ella. Sencillamente, se limitaría a preguntarle si le gustaría salir con el o no. En caso de que respondiera que si, saldrían juntos, y si la cosa funcionaba, empezaría una relación con ella, y si la respuesta era negativa, intentaría quedar como un amigo, como ahora, aunque, sabia que al principio seria bastante incomodo. Esa era otras de las cosas que no entendía, ¿Por que razón cuando le pedimos salir a una chica que conocemos, y nos responde que no, nos deja de hablar, o a la inversa? - Se preguntaba.- ¿Por que mandar una amistad a la mierda por una tontería como aquella?, Te he pedido salir, y me has dicho que no, pues ya esta, como amigos. Era una cosa que Yeiko no comprendía, pero no era algo que le comiera mucho la cabeza, el prefería pensar en Natalia, en la respuesta que le daría,  y en lo que haría después. Aunque, muchas veces pensaba que seguramente podría ocurrir al revés, que Natalia le pidiera salir a el, pero sabia eso no afectaba mucho en la ecuación.

Lo pidiera quien lo pidiera, el resultado seria el mismo, ya sea la respuesta afirmativa o negativa.

Cuando termino de pensar en eso, recordó el momento en el que se pusieron a jugar a la Ouija, y recordó como se sentía, había tenido miedo, no tanto como Eloy, lo de Eloy era otro nivel, Eloy estaba acojonado, literalmente, pero si habia tenido miedo. Sabia que se había demostrado que el juego en si no era real, y sus amigos también, lo habia hablado muchas veces durante aquel día, pero, en diversas ocasiones, Yeiko no puedo evitar pensar que a lo mejor, aquel profesor podía haberse equivocado, y que sencillamente, declaro que el juego era falso porque no había conseguido invocar a ningún fantasma. Era algo absurdo para el negar el experimento de un científico, pero por un momento, creyó que podía ser posible.

La ouijaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin