CAP 4

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TOMAR UNA DECISIÓN CUANDO TUS EMOCIONES TE DOMINAN, NO LO RECOMIENDO

Desperté de golpe y lo primero que vi fueron las luces de los autos brillar frente a nosotros, mi corazón latía instintivamente y mi mente gritaba lo tonta que había sido horas atrás.

—Conduje muy rápido —preguntó Joel preocupado.

Negué, no era eso lo que me tenía temblando de miedo. Era la estupidez que había hecho antes.

...

Estaba lista para ir al festival, le hice caso a Dani y me puse algo brillante y colorido, una falda violeta brillante, botas rosadas brillantes y una camiseta rosada brillante. Nada más segador que yo. Mi cabello iba recogido en una coleta para no morir de calor.

Estoy increíble —pensé.

Aún faltaban diez minutos para que vinieran por mí, así que me senté en la cama a hablar un rato con él desconocido.

Eila: Adivina.

Desconocido: Me estoy acostumbrando a hacerlo contigo.

Sonreí, incluso sentí como mis mejillas ardían. Claro, no me sonrojé, soy morena que esperaban.

Eila: Ya voy de salida al festival

Desconocido: Me enorgulleces, y te sabes todo su disco.

Eila: Gracias a ti.

Desconocido: Soy el mejor, lo sé.

Una idea divertida se me cruzó por la cabeza. Me paré frente al espejo con una pierna cruzada por delante de la otra, coloqué la mano izquierda en mi cintura y con la derecha traté de cubrir mi rostro detrás del celular. Así como aquellas chicas en pinterest.

Hice una foto que mostrará mi vestimenta de la noche, y sin dudar se la envié. Añadiendo en el pie de la foto "Soy la mejor combinando ropa de festival".

Segundos después escuché el sonido del auto de Joel, así que bajé corriendo en dirección a ellos.

...

Que tonta.

Ahora un desconocido sabía dónde estaba, y cómo vestía. Podía perfectamente secuestrarme o asesinarme si así lo deseaba.

Enseguida saqué mi teléfono y eliminé la imagen, pero al ser un camino algo solitario, no había señal hasta llegar a la ciudad del festival.

Maldije por lo bajo.

Respira Eila, estará todo bien. Él está a kilómetros de distancia y no vendrá hacerte daño, además, es una buena persona, lo sabes. No tengas miedos sin sentido.

Había tenido millones de veces esta conversación con mi conciencia.

No debía ser tan psicópata.

Haz un poco más de locuras.

No siempre es bueno ser la perfecta niña.

Además, esto no es tan malo.

Repetía una y otra vez en mi cabeza, manteniendo los ojos cerrados e inhalando y exhalando para calmarme.

—¿Seguro que estás bien? —Volvió a preguntar el gemelo.

Asentí más segura.

—Es solo la emoción por llegar, ya sabes. Lugares grandes, mucha gente.

—Claro.

No me creía, era obvio por la forma en cómo asintió y fijó sus ojos por pocos segundos sobre mí.

Aslan y EilaWhere stories live. Discover now