CAP 18

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"ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICO"

Un crujido fuerte seguido de algunos libros colapsando sobre el suelo fueron el ruido perfecto para silenciar el quejido que se desprendió de mi garganta. La primera semana viviendo sola había pasado muy rápido, y la ausencia de mis padres ya se sentía en el lugar.

Entre la universidad y las tareas diarias, no había tenido tiempo de hacer nada más que no fuese dormir, comer y estresarme a destiempo. Mi objetivo para este fin de semana era lanzarme todo el día sobre el mueble a ver la nueva temporada de Heartstopper mientras comía un snack, pero al ver que él polvo amenazaba con enterrarme viva, mis planes se fueron al carajo.

Pasé toda la mañana limpiando la casa, cosa que resultó mejor de lo esperado... hasta que me tocó desempolvar la biblioteca de mamá. Gracias a ella había adoptado la costumbre de la lectura, claro que mi madre era más de libros filosóficos y de psicología mientras que yo me obsesionaba con alguno de romance o ciencia ficción.

Mamá adoraba alzar sus libros en el estante más alto del lugar, y mi metro cincuenta y cinco de estatura no ayudaban, así que cuando intenté limpiar el último piso la silla en la que estaba subida colapso, enviándome al suelo junto con algunos libros que golpearon mi cabeza muy fuerte.

—No, maldición —Murmuré enojada conmigo misma.

Ahora, el pequeño cuarto de lectura de mamá era un desastre, en vez de mejorar su aspecto lo había empeorado.

Sentí como algo dentro de mí que nunca antes había sentido empezaba a florecer. Mi pecho quemaba y estaba empuñando las manos con tanta fuerza que sentí como las uñas se clavaban en mis palmas, tenía la respiración más pesada de lo normal y solo deseaba azotar todo lo que estaba frente a mí. Traté de inhalar un poco para relajar la sensación de ardor que tenía en el pecho.

Vamos Eila, necesitas calmarte o terminarás destrozando todo.

Aunque mandar todo al carajo no suena tan mal.

Pero son los libros de mamá, no puedo hacerlo.

Claro que sí puedo.

Aunque no debo.

O quizá sí.

—¡Basta!

Grité con fuerza, abriendo los ojos ya que sin darme cuenta los había cerrado.

Debería calmarme, aún tengo una semana para ordenar todo —Pensé luego de algunos segundos.

Me levanté a regañadientes dejando la pila de libros sobre el sueño y caminé sin muchas ganas hasta la habitación para darme una ducha bien fría y calmar todo el desorden que sentía en el cuerpo, la cabeza y la vida.

Eran las 4:00 p.m. y solo tenía un par de tostadas y café en el estómago pues pasé toda la tarde tratando de limpiar este lugar, cosa que no resultó muy buena. Mis tripas rugían cada que el agua de la ducha tocaba mi piel, eso hizo que saliera directo a pedir algo de comer. Luego de ponerme ropa cómoda bajé a la sala y me lancé sobre el mueble a ver algo en la televisión mientras esperaba, como había planeado días atrás, solo que ahora estaba malhumorada.

Un show extraño de jóvenes parecía ser una buena opción, lástima que el cansancio se estaba apoderando de mí y con cada suspiro que daba, el sueño ingresaba en mi cuerpo.

Di un brinco sobresaltado en el sillón cuando el sonido de mi celular llegó a mis oídos —esto tendría que ser una broma— Justo cuando mi mente estaba tratando de descansar, a alguien se le ocurrió acordarse de mí y llamarme.

Aslan y EilaМесто, где живут истории. Откройте их для себя