cw: espejo (¿sexo?), genitales del lector referidos como "polla", uso de "mojado", lector pasivo, alabanza.
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"mmh, miguel-" gemiste en el aire mientras él besaba tu cuello, mordisqueando bruscamente tu suave piel. su cuerpo se colocó entre tus piernas mientras se cernía sobre ti, sujetándote debajo de él mientras ambos comenzaban a tocarse desesperadamente. al principio, comenzó con besos suaves y ahora puedes sentir su duro bulto asomándote a través de la tela de tus pantalones.
"te necesito. por favor, déjame -rogó contra la curva de tu cuello mientras comenzaba a trabajar en sus pantalones, desabrochándose el cinturón, pero pusiste tu mano contra la suya para que se detuviera.
"miguel... ahora no", dijiste antes de sentarte y miguel inclinó la cabeza, quitándose de encima inmediatamente.
"¿estás bien? lo siento si te hice sentir incómodo.." susurró en voz baja y sacudiste la cabeza, dándole una sonrisa tranquilizadora. Lo jalaste hacia la cama por el cuello de su camisa y rápidamente le diste un beso.
"No, no lo hiciste... simplemente no sentiste todo el asunto de la penetración", bajaste la cabeza y una ligera culpa comenzó a llenar tu pecho hasta que puso su frente contra la tuya, entendiendo lo que querías decir con eso. él siempre había sido comprensivo en momentos como estos y te cuidaba, sin hacer preguntas y siempre sabía qué hacer para que te sintieras mejor.
te empujó hacia el espejo y obedeciste, sintiendo que la cama se hundía cuando se arrodilló para moverse detrás de ti. Lo observaste a través del espejo mientras comenzaba a besarte el cuello y envolver sus fuertes brazos alrededor de tu cuerpo. Gemiste ante el toque y apartaste la mirada del espejo hasta que él te agarró la mandíbula, obligándote a mirar lo que te estaba haciendo.
"vas a ver todo lo que te voy a hacer- necesitas saber lo que me haces. cómo tu cuerpo es perfecto tal como es", te derretiste ante sus palabras y apoyaste tu cuerpo contra él, dejándolo tomar el control total. miguel se movió un poco para darte espacio para que no estuvieras en el borde de la cama ya que quería que estuvieras cómodo. luego se quitó la camisa, ordenándote que hicieras lo mismo y asentiste con la cabeza para hacerle saber que estaba bien. te miraste en el espejo pero miguel tomo tu barbilla, levantándola para que puedas mirarlo antes de que te pierdas demasiado en tus pensamientos. señaló tus pantalones y dejaste que te los quitara, admirando lo gentil que fue al hacerlo.
"abre las piernas, por favor", pidió en voz baja pero severa, y tú hiciste lo que te pidió que hicieras. miguel colocó su mano entre tus piernas, tocándote lentamente y el calor de sus dedos te hizo gemir por el contacto. miguel luego te sentó entre sus piernas como te complacía, moviendo suavemente sus dedos sobre ti mientras te obligaba a mirar.
"No tienes idea de lo que me haces... cómo me debilitas y lo dispuesto que estoy a ceder ante ti", hizo una pausa por un momento para frotar suavemente tu pene con el dedo, haciéndolo crecer con cada uno. tocar. "Tu polla es tan jodidamente bonita, me encanta tenerla en mi boca. la forma en que empujas mi cabeza hacia abajo y haces que me quede allí hasta que te corras, me encanta todo..."
murmuraste "joder" una y otra vez en voz baja mientras te tocaba y te adoraba, haciéndote sentir como un dios a sus ojos. En días como estos, miguel nunca deja de demostrarte cuánto ama tu cuerpo y hacerte sentir mejor contigo mismo. te miraste en el espejo mientras miguel continuaba tocándote, notando la humedad en sus dedos y lo bien que los trabaja para complacerte. luego te miró a través del espejo, fijando contacto visual contigo mientras te hacía sentir como masilla en sus brazos.
miguel apartó su mano y tú gemiste de frustración, mirándolo fijamente hasta que se arrodilló al borde de la cama. te hizo un gesto para que te acercaras a él y te deslizaste, abriendo las piernas para él. agarró tus muslos mientras metía la cabeza entre tus piernas, llevándote completamente a su boca. movió su lengua y la agitó en tus áreas sensibles, haciéndote sentir como un completo desastre debajo de él. arqueaste la espalda y tus manos se abrieron paso entre su cabello, agarrándolo desesperadamente y tirando de él mientras él movía su lengua. Miguel te chupó con dureza, lo que te hizo jadear y sujetar su cabeza hacia abajo, negándose a soltarte hasta que hayas terminado.
"miguel- mi amorcito, me voy a correr, ah-" con esas palabras, miguel completamente aplanó su lengua sobre ti y la calidez de su aliento fue suficiente para enviarte al límite. gemiste su nombre en voz alta junto con una línea de maldiciones mientras te corrías, y miguel se asegura de que todo se le metió en la boca. se rió entre dientes y se lamió los labios pidiendo más, antes de probarte por última vez para limpiar el desastre que hiciste alrededor de la parte interna de los muslos.
