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“¿Mi plan no fue inteligente?” Repites su declaración anterior, burlándote cuando las palabras tienen un sabor amargo en tu lengua. Vincent estaba en tu regazo, inclinado y con el culo enrojecido expuesto ante ti. "¿Quieres repetirme eso?" Inmediatamente sacudió la cabeza y un sollozo le subió a la garganta. “Lo siento, mon amour. No quise decir...
Tu mano se levanta de su trasero antes de volver a bajar, "No, no, no. Repítelo”.
Su cara estaba rosada y sudorosa, las lágrimas acumulándose en su línea de flotación. Un grito ahogado salió de su boca ante el impacto. Sacudió la cabeza, negándose en silencio. Movió sus caderas para tratar de encontrar alivio, su polla lloraba por la falta de atención. "Maldito mocoso", suspiraste, en tono de decepción. “¿Alguna vez me escuchas?” Tu mano libre agarra su cabello y observa su espalda arquearse. "Estoy..." Le das otro golpe, y otro, y otro, hasta que las lágrimas corrieron libremente por su rostro y la mirada en sus ojos estaba aturdida. Lo tiras hacia atrás para que descanse contra tu frente. Besando su mejilla, murmuraste disculpas por el incómodo dolor.
"Shhh..." Rápidamente lo haces callar, frotando sus pulgares a los costados para calmarlo. Su polla se contrae cuando escucha el tintineo de tu cinturón. Una de tus manos desabrochó tus pantalones, bajándolos con tus boxers. Él levanta las caderas con permiso, con el agujero mojado con tu saliva y lubricante. Comienza a deslizarse hacia abajo sobre tu polla, tomándola centímetro a centímetro. Tenía el ceño fruncido en concentración, concentrándose en no correrse mientras estirabas tan bien sus entrañas. "Por favor..." Se quejó, disculpándose y lleno de culpa.
"Solo necesitas que te enseñe algunos modales, ¿eh, bebé?" Él asiente rápidamente en respuesta. Tu mano se desliza debajo de su muslo, levantándolo para darte espacio para mover tus caderas. Quería llorar más fuerte, pensando que te estabas retirando, que ya no querías... "¡Joder!" Él gimió, apretando el agujero cuando tu empuje se sintió como si estuvieras enviando una chispa por su columna.
Vincent gimió tu nombre, su cerebro se entumecía a cada segundo. Enrollas uno de sus pezones entre tus dedos, tirando de él lo suficiente como para hacerlo sollozar débilmente. “M-mon amour, ah, je suis désolé. S'il te plaît. Juste là— J'ai besoin de toi juste là.” murmuró en voz baja, encontrando tus embestidas cuando deliberadamente fallaste su próstata. Las caderas tiemblan mientras intenta seguir tu ritmo de castigo. ( t. mi amor, lo siento. por favor. justo ahí, te necesito ahí mismo.)
"¿Sí? ¿Aquí?" rechinas dentro de él, un gemido se escapa de sus labios, "Esta vez vas a respetar mis ideas, ¿hmm?" él asiente con la cabeza rápidamente, “S-sí, lo siento. No quise... nngh... insultarte así, mon cœur. (mi corazón) inclinas tus caderas, golpeando ese punto dentro de él de la manera que él deseaba. Dejó escapar un gemido ahogado y una repentina lágrima cayó. Sus rasgos estaban contorsionados por el placer, sus cejas se acercaron y algunos mechones de su cabello estaban fuera de lugar.
Si tan solo los otros agentes supieran cómo Vincent era tan fácil de romper con tu polla.
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