EMPAREJAMIENTO -Erik "Killmonger" Stevens x lector masculino!
SINOPSIS -¿Qué te hizo pensar que era buena idea colarte en el castillo? Deberías haber sabido que te atraparían, pero tal vez... te atraparon a propósito. solo para verlo, solo para que pudiera castigarte.
ADVERTENCIA DE CONTENIDO : obscenidades, sexo de trono, mendicidad, burlas, tirones de cabello, sexo oral, sexo un poco rudo, poca o ninguna preparación, feminización leve, apodos (muñeco, bebé, príncipe), azotes
CRÉDITOS: dorkfilmz
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Tus ojos se quedaron en el suelo. El ambiente tranquilo y tenso te mantuvo en silencio. Sentiste su mirada en ti, pero no la desafiaste como lo harías normalmente. Estabas en una posición más débil que él. Estabas debajo de él en este momento.
"Sabías que te atraparían, ¿no?" Erik alias Killmonger cuestionó retóricamente.
Inhalaste con fuerza antes de responder. "Mira Erik, yo-"
"No es Erik en este momento. Es mi rey para ti," interrumpió con un ligero gruñido en su voz. "Y mírame cuando te hablo".
Ignoraste la declaración. Supongo que todavía tenías un poco de mocoso en ti. Además, no le darías la satisfacción de ver la desesperación en tus ojos. De repente, una mano agarró un puñado de tu cabello. Haces una mueca cuando tu cabeza es tirada hacia atrás.
Finalmente, miras al hombre frente a ti. Sus ojos oscuros se clavaron en los tuyos. Dudas en romper el contacto visual cuando notas lo cerca que estaba de ti. Sus piernas estaban abiertas para adaptarse al hecho de que te arrodillabas justo entre ellas.
Tus ojos se arrastran desde los suyos hasta su entrepierna. Él sigue tus ojos cuando tragas saliva ante la creciente erección en sus pantalones. Una sonrisa cubrió el rostro de Erik. Mueve las caderas, encorvándose más en el trono de modo que su entrepierna apenas toca tu cara.
"¿Esto es lo que te llamó la atención? ¿Distraído por tu deseo de mi polla? Él tarareó, inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado. No respondiste pero gemiste en voz baja. "Respóndeme." Siseó, el tono mezclado con veneno.
"N-no, mi rey", tartamudeaste. Bueno, eso era mentira.
"No puedo esperar para sacarte todas las mentiras", gruñó Erik y esas palabras hicieron que tu estómago se revolviera. Empujó su bata fuera del camino y se bajó los pantalones hasta los muslos. Sus calzoncillos hicieron lo mismo antes de que su pene saliera.
No era la primera vez que lo veías. Pero joder, era grande. Te deslizaste más cerca de él, sabiendo lo que estaba a punto de suceder. "Abre, muñeco", susurró.
Pronto tu boca estaba envuelta alrededor de su punta. Lentamente bajaste cada centímetro de su longitud. Comenzaste a mover la cabeza hacia arriba y hacia abajo, asegurándote de que tu lengua presionara contra su eje venoso.
