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la fecha exacta en la que comenzó es algo de lo que no estás seguro.
Él, teniente Simon Riley, simplemente entró en su habitación sin llamar. No se intercambiaron palabras, aunque no eran realmente necesarias. tu boca se abrió, boquiabierta. ¿un qué?" es lo que quieres pronunciar, pero sus labios atrapan los tuyos.
Simon Riley gime cuando siente que le devuelves el beso. el leve sabor del licor de malta en tu lengua hace que él te empuje hacia atrás, hacia tu cama, mientras se sienta a horcajadas sobre tu regazo. recuerdas que pregunta
"¿quieres esto?"
su voz estaba sin aliento. pantalones gruesos que lleguen a tu cuello.
y lo hace. estás de acuerdo, los siguientes momentos se vuelven borrosos. se agacha sobre tu polla cuando está listo. ya lo era antes de irrumpir.
Curiosamente, algo florece. una progresión que no sabrás a dónde te llevará. Nada preocupante, nada fuera de lugar. al menos por fuera, no llamará mucho la atención. el tuyo se centró en la sensación del agujero de Simon estirándose para adaptarse a tu tamaño. Fue estúpido.
no realmente. Era tarde en la noche, pero eso no significaba que nadie deambularía a esas horas. Estabas en el pasillo, supuestamente camino a tu habitación, cuando Simon no pudo soportar más la espera. No hay mucha trama en esta historia. joder y luego vete. eso fue todo. Odiabas eso y estabas proyectando tus sentimientos unilaterales en su próstata.
Tu mano agarró su cuello y él jadea. Las alarmas sonaron en tu cabeza, no deberías hacer esto. este era un territorio del que no habías hablado ni siquiera pensado.
Culpable, querías susurrar una disculpa. Los empujes se transforman en lentos movimientos, dándole una salida. pero él solo se apoyó en tu palma, la frialdad, casi el vacío, que emanaba de tu guante contrastaba con el calor de su carne amortajada. "No... no te detengas". respira, como si no hubiera más oxígeno en sus pulmones.
exhalar.
eso es lo que hiciste.
Exhalas el humo que inhalaste del cigarrillo que estaba entre tus dedos índice y medio. el aire sucio aterrizó en su rostro medio enmascarado. su mejilla se apoyó en tu hombro, las caderas se levantaron perezosamente hacia arriba y hacia abajo. Le llevas el cigarro a la boca. Compartir algo como esto, en esta situación, con esta persona, fue más que increíble.
Joder, ¿qué pasó?
Los eventos que se repetían en tu cabeza hace unos momentos se estaban desvaneciendo rápidamente. estás demasiado cansado. demasiado desenfocado. lo escuchas decir tu nombre. luego otra vez. luego otro. te acaricia suavemente la cara. "Mírame", tus ojos se dirigen hacia él. "¿Qué está pasando por esa cabeza tuya?" Dice mientras vuelve a caer sobre tu polla.
"Nada... es solo-" se aprieta a tu alrededor cuando siente la punta de tu pene rozar su punto dulce.
Simon tararea como si hubiera logrado un logro. tal vez lo hizo, ganándose una queja tuya. de alguna manera, el peso de ambos cofres era más liviano. pasarse el cigarrillo unos a otros era un proceso repetitivo. turnándose y el ritmo que marca no cambia.
crees que estás perdiendo la parte lógica de tu cerebro. Tus pensamientos están confusos y son un galimatías. el placer temporal no podía superar el placer real que estabas experimentando ahora. Tus dedos se encuentran pegados a su cuello, flexionándose mientras intentan no apretar demasiado.
la última calada fue tuya. Sin pensarlo, presionas la colilla del cigarrillo en su muslo para apagarlo.
-sisea, pero el mareo que hay en ti no encuentra el momento para preocuparte. de hecho, lo disfruta.
No extrañas la forma en que temblaban sus muslos, ni la forma en que se balanceaba contra ti con fuerza. Su polla palpitaba y tú muestras piedad. tu mano libre encuentra su longitud, lo que le hace ver estrellas. él maldice, humildemente. "Oh, mierda, estoy c-cerca".
el teniente se encuentra tartamudeando y perdiendo la voz. ¿Cómo no podría? Estabas tocando todos los puntos correctos dentro de él. Ambas manos estaban sobre él, una lo empujaba más hacia su liberación mientras que la otra le lastimaba el cuello. era como si lo estuvieras reclamando pero nadie lo sabría. No pueden descubrirlo a menos que tú se lo digas o vislumbrarían su piel.
la combinación de dolor y placer era demasiado buena. su cabeza estaba nublada, y la tuya también. tal vez por una vez estaba en paz, cálido y cercano a ti. tal vez, al final de todo, el humo que exhalas se transforme en un beso de él.
y tal vez, sólo tal vez, tengas razón.
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