Resumen: Trabajar para Patrick Bateman fue un infierno. Un infierno que pareció mejorar después de que intentó matarte.
CW: sexo duro, estas perras se odian, el lector tiene algo con los hombres sanguinarios, Patrick intenta matar al lector, follan en el escritorio, ligero voyerismo, sexo sin protección,La polla apesta, el lector es un mal Dom (porque se odian), no el lector beta, ni siquiera un poquito
@/decaying-church
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No era difícil odiar a Patrick Bateman, era un imbécil con derecho a desgracia tanto para ti como para él, eras su nuevo secretario.
Bueno, "nuevo" como en el más reciente, ya que el último tenía muchas faltas, aunque no te gustaba la idea de convertirte en el secretario de un hombre rico cuyas secretarias desaparecían constantemente, realmente no tenías otra opción, el alquiler era vencido y te ofrecieron pagarte quincenalmente, lo cual realmente necesitabas, así que te uniste al equipo.
Pero Dios, Patrick era el capullo más insoportable que jamás hayas conocido. Tan exigente y tan jodidamente necesitado, impaciente, egoísta, cruel e inapropiado con cada palabra que te decía.
Tú lo odiabas y él te odiaba. (Enemies to lovers bbs)
Estaba resentido contigo porque no se sentía atraído por ti, no eras el secretario bonito al que estaba acostumbrado. Se notaba que le gustaba tener ese poder sobre las mujeres por la forma en que trataba a las secretarias de otras personas, amables y coquetas, antes de que algún tipo de interruptor pareciera activarse en su mente en medio de la interacción y de repente era su verdadero yo, un imbécil pervertido y necesitado. .
Nunca tuviste el lado amable, desde el primer día él siempre ha sido tu jefe imbécil, haces la mitad de su trabajo y apenas recibes un agradecimiento, es verdadera y honestamente ridículo.
Te aseguraste de decirle cuánto lo odiabas cada vez que podías, tu contrato obligaba a que tuvieras que trabajar con Patrick durante al menos 5 meses antes de poder renunciar o ser despedido. Entonces, en lugar de regodearte en tu odio, lo dejas fluir libremente. Dejando que llene cada interacción que tuviste con él. Público, privado, no importaba, tu falta de respeto era constante.
No pensaste que hoy iba a ser diferente, la mañana fue perfectamente normal, haciendo copias, suspirando los papeles de Patrick, poniéndolo de los nervios, hoy estaba más tranquilo, menos propenso a replicar tus comentarios de lo habitual. Llevabas cuatro meses y medio trabajando para él y supusiste que se estaba preparando para despedirte.
Pero a medida que se acercaba la noche y te preparabas para marcar la salida, cuando él te pidió que te quedaras hasta tarde, no te lo dijo, sino que te lo preguntó.
