•¿Algo que te guste? 2•

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~ Dos meses después ~

El entrenamiento había sido intenso, admito que había terminado bastante fundido. Después del entreno, los electródos, las sesiones de fisio y la ducha por fin podría salir para pasar la tarde tranquilo con mi hija y Maggie.

Maggie y yo teníamos una relación, no era oficial, pero la teníamos. A mí me gustaba mucho, y yo sabía que yo le gustaba.

Cuando me mudé a Londres viví en su departamento con ella las primeras dos semanas, hasta que encontré una casa para Oli y para mí. Y fueron dos semanas hermosas, la convivencia fue increíble como si viviéramos juntos hace años.

Hoy iba a buscar a Maggie del trabajo y llevarla a pasar el finde en la casa con Olivia y conmigo. Cuando me estaba a punto de subir al auto mi teléfono empezó a sonar, un número desconocido me llamaba.

«Llamada entrante de número desconocido»

—¿Hola? –atendi la llamada–.

—Hola. ¿Habla Enzo Fernández? –escuche una voz masculina del otro lado–.

—Si, soy yo. ¿Quién habla? –pregunte extrañado–.

—Le llamo porque la señorita Maggie lo puso como contacto de emergencia

—¿Emergencia? ¿Cómo que emergencia? –me subí al auto–. ¿Algo le pasó a Maggie? –no podía pensar que algo malo le hubiera pasado–.

—Hubo un accidente en el laboratorio, la señorita Martínez estuvo expuesta a grandes cantidades de un tóxico llamado Ácido Fluorhídrico

—¿Qué? –senti que mi corazón empezaba a latir muh rápido–. Pero ¿está bien? ¿Dónde está?

—Está grave, se encuentra internada en el hospital general

—Gracias –corte la llamada–

«Fin de llamada con número desconocido»

Encendí el auto y me fuí directo al hospital. Sentía que en cualquier mi corazón se me salía del pecho, ¿Como puede ser que haya tenido un accidente? Si en el laboratorio siempre tienen toda la seguridad.

Llegué al hospital 15 minutos después, con las manos temblando y el corazón en la boca. ,é por ella y me guiaron a su habitación, estaba entubada, con respirador, tenía los brazos vendados.

—Disculpe –me acerque al doctor que salía de su habitación–. ¿Cómo está?

—¿Es familiar de la señorita? –pregunto mirándome–.

—Soy su novio –lo miré–.

—Escuche –suspiro–. Está grave, tuvimos que darle morfina y mantenerla dormida debido al dolor que tiene por las quemaduras internas en el esófago y estómago, y las que tiene en los brazos y las manos, que podrían infectarse así que también administramos antibióticos. –sentia que mi corazón se achicharraba en mi pecho–. Ella no solo inhaló el ácido, sino que se lo tragó, una pequeña cantidad es suficiente para provocar daño severos en su sistema digestivo –leyo unas cosas en su ficha–. Está estable, pero está muy grave

—¿Ella se puede morir? –mis ojos estaban llenos de lágrimas, mi vos temblaba, mis piernas también de solo pensar que ella podía dejarme–.

—Si sus quemaduras internas se infectan o no se curan como correctamente, es una posibilidad –puso su mano en mi hombro–. Pero estamos haciendo todo lo posible para ayudarla

—No deje que se muera doctor, por favor –lo mire con desesperación y lágrimas en los ojos–. Ella es todo para mí

—Tranquilo, estamos haciendo todo lo posible –suspiro–. Esperamos lo mejor, pero debemos estar preparados para lo peor desgraciadamente

One Shots [Enzo Fernández]Where stories live. Discover now