• La boda de Oli •

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Era un día de locos, aunque un hermoso día, hoy se iba a casar la princesa, hoy se casaba Oli. ¿Por qué era un día de locos? Porque tenía que vestir a toda la familia, Enzo hecho una bola de nervioso, estaba súper sensible, Ian y Emma por suerte ya se manejaban solos pero había detalles en los que le tenía que ayudar, y tenía que vestir a Gaia, Hannah y Gian.

-Gordo -entre a nuestra habitación del hotel donde Oli se casaba-. Podes ayudar a tus hijos por favor -me reí mirándolo-.

-¿Cuál de todos? -se rió mientras se terminaba de acomodar la corbata-.

-me reí-. Ian y Jere necesitan que les ayudes a hacer la corbata -me acerqué al closet para sacar mi vestido que colgaba de una percha de tintorería-.

-Okay -se rio y se acercó a mi para dejar un beso en mi hombro y se fue a ayudar a los chicos-.

-¡Gian necesita terminar de vestirse! -grite antes de que él terminará de salir de la habitación-.

-¡Bueno patrona! -me gritó riéndose y cerrando la puerta-.

Dejé el vestido colgado y me fui a la habitación de las chicas, Emma, Gaia y Hannah compartían una habitación.

-¿Qué pasa hija? -entre y la pequeña Hannah de 9 años estaba tratando de acomodar su pelo-.

-Se engancho con la pulsera y se despeinó -se rio Gaia mientras trataba de desenganchar la pulsera del cabello de Hannah-.

-suspire riéndome y me acerqué-. A ver.

Logramos desenganchar la pulsera y tuve que desarmar su peinadito porque se había deformado todo.

-Ma, ¿todavía no te cambiaste? -entro Emma a la habitación-.

-No tuve tiempo todavía hija -me reí acomodando el pelo de Hannah-.

-Dejá ma, yo la peino -se rio y se acercó-. Andá a cambiarte, que Oli quiere hacer unas fotos con nosotras -sonrio Emma mientras acomodaba el pelo de su hermana-.

-Gracias hija -agradeci y dejé un beso en su mejilla y me fui a mi habitación-.

Saque el vestido de la bolsa de tintorería y ahí estaba el vestido, era precioso, de un color verde esmeralda con brillos, algo ajustado al cuerpo pero no demasiado, con un tajo en la pierna y los hombros descubiertos.

Al principio me parecía demasiado, pero Oli lo había elegido para mí, ella eligió mi vestido y el de Valen.

Era una boda grande, elegante, prácticamente de etiqueta. La princesa siempre fue algo delicada para esas cosas, y desde chica ahorraba para este día tan especial, soñaba con su día y lo tienen más que merecidos.

Terminé de subirme el vestido y escuché que la puerta se abrió.

-Los chicos ya están lis... Mi amor -sonrio al verme, se autointerrumpio-.

-¿Qué pasa? -lo mire-. ¿Me queda muy feo? -me mire en el espejo-.

-No amor, estás hermosa -se acercó y empezó a subir el cierre de atrás del vestido-. Te queda perfecto -me abrazo por la cintura y beso mi hombro mirándome a través del espejo-.

-Oli lo eligió -me mire en el espejo-.

-mordio su labio y sonrió-. Seis hijos y mira lo que sos -beso mi hombro descubierto con suavidad-. Hermosa como siempre

-Vos también estás hermoso cielo, con ese traje -me di vuelta y lo miré de arriba a abajo para después darle un besito-. Vamos, que Oli quiere hacerse unas fotos y vos la tenés que entregar después -el suspiro con algo de nostalgia y se puso el saco-.

One Shots [Enzo Fernández]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora