One Shots [Enzo Fernández]

• Último deseo •

"Toda historia tiene un final feliz, y si no es feliz, es porque no es el final".

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Mi vida se estaba cayendo a pedazos. No entiendo que hicimos tan mal para que todo lo malo que le puede pasar a una familia nos pase a nosotros en tan poco tiempo.

Santi apenas podía moverse, pero seguía luchando, era el niño más fuerte que conocía. Los doctores me dijeron que no le quedaba mucho tiempo, las quimios no estaban resultando como esperaban.

Solo queda estar con él a su lado y prepararse para lo peor... Esas fueron las palabras exactas del doctor. Mi pequeño hermano de 10 años se estaba muriendo, y yo no podía hacer nada.

—Hermana –escuche su débil voz llamándome–.

—¿Qué pasa Santi? –me acerqué y acaricie su cabeza–.

—No estés triste –susurro mirándome y levantó su mano para que yo la tomé–. Yo sé que no me queda mucho tiempo –sonrio con melancolía–.

—No digas eso –bese su mano, ya tenía lágrimas en los ojos–.

—Tranquila –sonrio–. Yo ya lo asumí –suspiro–. Y lo que me quede de vida quiero disfrutarlo...

No sabía que decirle, solo pude abrazarlo y tratar de contener mis lágrimas, tenía que mantenerme fuerte, por él.
Nos quedamos un rato abrazados, y él me contó que tenía un último sueño que le gustaría cumplir antes de morir.

—Me gustaría conocer a la Scaloneta –sonrio algo débil–.

—¿En serio? –sonrei, me puse a grabar lo que el decía con mí teléfono–. ¿Te gustaría conocer a Messi?

—Si –asintió sonriendo–. A Dibu, a Enzo, al Fideo –se río, cuando hablaba de fútbol sus ojos brillaban y hasta su expresión cambiaba–. A todos

—Bueno, quizás vengan, ¿quien sabe? –me reí y dejé de grabar–

Mientras estábamos juntos yo trataba siempre de hacerlo reír, mirábamos películas, leíamos, jugábamos a las cartas, siempre estábamos entretenidos con algo.

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Pasaron dos días y al parecer Santi se sentía mejor, se veía más animado, como si estuviera recuperándose. Pero los doctores me dijeron que ese tipo de recuperaciones se ve en pacientes terminales, cuando se sienten bien, o se recuperan así de golpe, significa que lo más probable es que fallezcan en los próximos días.

Cuando el doctor me dijo eso entre en desesperación, aún sabiendo que Santi era un paciente terminal tenía la ilusión que por un milagro se haya sanado, pero no iba a pasar.

—Si Santi tiene un último deseo –me dijo el médico sacándome de mis pensamientos–. Deberías tratar de cumplirlo

—¿Cuánto le queda? –lo miré con tristeza en los ojos–.

—No más de dos semanas –senti perfectamente como mí corazón se achicharro en mí pecho–.

En dos semanas, quizás menos, iba a perder a mí hermanito, el último integrante de mí familia. Me metí en la capilla del hospital, me senté, estaba como ida, no podía pensar, no podía razonar. Santi tenía un último deseo, conocer a la Scaloneta, y yo iba a intentarlo, iba a hacer lo posible por qué Santi se vaya de este mundo con esa hermosa sonrisa que tiene en la cara.

Decidí grabar un vídeo para hacer la petición y agregarle el vídeo de Santi que había grabado hace unos días, para mandárselas a los jugadores, quizás acepten venir a ver a Santi.