• Morocha •

2.4K 116 3
                                    

Partido por eliminatoria. Argentina vs Brasil. Y por supuesto que iba a verlo en vivo, siempre había querido ver un partido de la selección en vivo, y más ahora que podía viajar a Brasil.

Me senté en mi lugar con mi grupo de amigos, estábamos bastante cerca de la cancha así podíamos ver todo mejor. Tenía mi camiseta puesta y una colita alta hecha por el calor que hacía.

—Que bueno que estás papi –suspiro mi amiga tomando su gaseosa, mientras veía como los chicos salían a calentar–.

—¿Quien? –me rei mirándola con mi mate en la mano–.

—¡Julian boluda! –se rio y se mordió el labio mirándolo–.

—Ahh si –me rei y me acomode para ver a los chicos–.

A ella le gustaba Julián, pero yo me moría por Enzo. Enzo me parecía el hombre perfecto, así que yo solo lo miraba a él, mientras tomaba mi mate.

Mientras los miraba calentar hice contacto visual con Enzo, me puse re nerviosa cuando me sonrió, tenía la sonrisa tan perfecta. Esa sonrisa de canchero y de ganador perfectamente blanca que me volvía loca. Por esos mismos nervios solo atiné a saludar con la mano y me arrepentí al toque. ¿Y si no me veía a mi? ¿Y si le sonrió a alguien atrás mío? Enzo levantó la mano y saludó también con la mano.

—Pará, nena ¿Enzo te acaba de saludar a vos? –me miró riéndose–.

—Parece que si –la mire mordiéndose el labio–.

—¿Ya van a empezar como dos chiquilinas a hablar de los jugadores? –se sentó mi amigo alado mío riéndose–. Siempre igual ustedes

Me quedé mirando como Enzo hacia los movimientos pre competitivos y estiraba. Cada tanto él desviaba la vista hacia mí o eso me parecía a mi. Capaz solo estoy flasheando cualquiera...

Volvieron a los vestuarios, salieron con la pilcha listos para arrancar el partido. Sonaron los himnos, fotos, saludos y el partido estaba por empezar. Y ahí empezó el quilombo, unos asientos más atas de los nuestros.

De la nada apareció la policía de Brasil y empezó a corrernos a todos, empezó con palazos, golpes, patadas. Yo no entendía que mierda pasaba y en qué momento quedamos en el medio del quilombo. Habían gritos, llantos, barullo se pelea y a mí ya me estaba sofocando, porque nos fueron acorralando contra hacia un lado. Alguien ya me había dado un codazo en las costillas y un golpe en la cara, al parecer también fue un codazo.
Algunos de los jugadores se acercaron  para tratar de tranquilizar a la policía que era la que estaba re violenta.

En frente mío tenía a un policía brasilero, a mi amiga atrás mío, porque mi idea era cubrirla y mi amigo que estaba más atrás mezclado entre la gente. El policía me vio y levantó su palo para pegarme, lo único que atiné a hacer fue cubrirme la cara y la cabeza, entonces el muy hdp me dió un palazo en las piernas, casi caí de rodillas, pero no me iba a arrodillar frente a estos forros, cuando me agaché para agarrarme la pierna volvió a levantar su palo pero apareció Enzo y le manoteo el palo.

—¡Pará! ¿Qué hacés gil? –empujó un poco al cana desde la baranda donde estaba prácticamente colgando. Tenía la vena del cuello saltada por la bronca–.

Los jugadores empezaron a putearle a los policías, escuchaba perfectamente la voz de Enzo enojado, pero no entendía que decía. Él volvió a acercarse a mi. Al costado vi que Dibu también le manoteo el palo a otro policía.

One Shots [Enzo Fernández]Where stories live. Discover now