• Crecen tan rápido •

2.4K 136 6
                                    

—Amor son las siete, ¿no te vas a cambiar? –pregunté, metida en la cama–.

—No voy a salir amor –se sentó en la cama a mí lado–. No quiero dejarte sola estando vos así gorda –acaricio mí mejilla–.

—No pasa nada amor –acaricie su mano–. Anda gordo, salí, divertirte con tus amigos, yo estoy bien –me reí–. Ya tomé mí medicamento y ahora voy a dormir –agarre mí pañuelo y estornudé–.

—¿Segura? –se río y acaricio mí cabello–.

—Si mí amor, anda tranquilo –le di un beso en la mejilla–. Hace mucho que no salis con los chicos, y te va a hacer bien –me reí–. Pero no tomes mucho y no vuelvas muy tarde –sonrei–.

–se río–. Bueno amor –beso mí mejilla–.

Se levantó para ir a cambiarse y la puerta de la habitación se abrió, entrando nuestros cuatro pequeños niños a la habitación. Enzo y yo habíamos vuelto a estar juntos después de ese año tan feo que habíamos pasado.

—Mami te trajimos té –sonrio Jere, mientras todos se subían a la cama–.

Oli se acercó con la taza en la mano y la dejo en la mesa de noche.

—Gracias hija  –me acomodé en la cama para ser abrazada por los más pequeños. Oli se sentó a mí lado en la cama–. Gracias mis bebés hermosos

Enzo salió del vestidor cambiado, con una camisa negra, jean negro y zapa roja. Se puso la campera y se acercó a la cama.

—¿Mí amor estás segura? –pregunto mirándome y mirando a los chicos–.

—Si gordo, andá –me reí mirándolo y mordiéndome el labio al verlo vestido así–. Pero no vuelvas muy tarde ¿si?

—Si pa, anda tranquilo que nosotros cuidamos a mami –Oli me abrazó mirándolo–.

—Me quedo con los mejores enfermeros –bese la cien de Oli abrazándola–.

Ian se acomodo en la cama bajo las sábanas junto a Oli,  Emma buscaba el control de la tele para encenderla y Jere se paró sobre la cama extendiendo sus brazos hacia su papá para que lo abrazara antes de irse.

—Bueno, te quedas en las mejores manos parece –se río tomando a Jere en brazo y dejando un beso en su mejilla–. ¿Van a cuidar a mamá?

—Si –asintio Jere sonriendo–.

—Si papi, no te preocupes por mami –Ian recostó su cuerpo en el mío para abrazarme–.

—Bueno, me voy a ir tranquilo entonces –se río–. Me llamas si pasa algo, o necesitas algo ¿si? –sonrio–.

—¿Puedo ir con papi? –Jere me miró e hizo puchero–.

—No sé cielo, hace mucho frío afuera –mire a Enzo–.

—Yo también quiero ir con papi –Ian se levantó de la cama y se acercó a Enzo–.

–me rei mirando a Enzo y él también se río–. Que vengan conmigo gorda, vamos a estar adentro –sonrio mirándome mientras acariciaba el pelo de Ian que estaba abrazado a su pierna–.

—Bueno, está bien –me reí mientras Jere e Ian festejaban–. Cambialos y abrigalos bien que hace frío afuera

—¡Noche de chicas! –grito Emma saltando en la cama, haciéndonos reír a todos–.

Los tres hombre de la casa salieron, Enzo los vistió y volvieron a la habitación para mí supervisión final para ver si estaban bien abrigados. Estaban los dos combinados con su papá, que hermosos.

One Shots [Enzo Fernández]Where stories live. Discover now