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Los días habían pasado y la relación con la familia Uchiha fue muy buena esos dos días, descubrió que Sasuke también tenía ciertas adicciones con los tomates y que a ambos les gustaba entrenar, aunque esto último ella recién lo había descubierto.
Shisui fue con quién más se encariñó, pues a pesar conocerla recién la animó a seguir entrenando y sobre todo no perdió tiempo en visitarla esos días prometiéndole que lo haría las veces que pueda.
─ No era necesario que me traigan - dijo la menor recostada sobre la espalda de Shisui, a su lado iban Itachi y Sasuke en la misma posición, los mayores cargándolos.
─ Te podía pasar algo si venías sola - aseguró el peinado de pato.
Una risa salió de sus labios, aquella risa que le gustaba escuchar al menos con solo 2 días de conocerla - Te preocupas mucho por mi Sasuke-kun, gracias
"Sasuke-kun" suena lindo... pensó el niño quién estaba como tomate ante ese apodo.
─ Ya llegamos pequeña – dijo bajándola de su espalda
─ Muchas gracias por todo lo que hicieron por mi - agradeció con una reverencia a los 3 quienes antes de que entre se despidieron de ella prometiendo que volverían mañana, bueno esa idea partió del más pequeño.
Ya dentro de su casa volvió a sentirse sola, su padre aún no había llegado y lo más probable es que llegara en la noche por lo cual tenía tiempo para ordenar y dejar todo limpio.
Apenas acabó, fue a su cuarto con la brillante idea de ponerse a dibujar a sus nuevos amigos para mostrárselo a su padre, cada dibujo que hacía era significativo para ella, ya sea el cumpleaños de su padre o salidas con sus tíos, pero ahora sería algo nuevo ... el comienzo de una amistad, la primera que Ikari tenía y sin duda quería comentárselo.
Las horas pasaban y la luna ya estaba bien puesta en medio del cielo, podría ser las 12 de la noche, pero la pequeña Hatake seguía esperando a su padre y cuando el sueño estuvo a punto de vencer escuchó como la puerta era abierta.
─ ¡Papá! - exclamó contenta, aunque con algo de sueño, pero aun así agarró su dibujo y fue a mostrárselo - Papi hice nuevos amigos mira - corría de un lado a otro con el dibujo en mano tratando de que el mayor lo vea, pero ni si quiera parecía escucharla.
─ Muy bien Ikari, me alegro me alegro - agarró la hoja y la estampó en la mesa, pero está resbaló cayendo al tacho - es muy tarde hay que dormir - y con una mano dio un apretón en su cabeza en señal de despedida.
