Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
────────✦────────
Solo eran Ikari y Temari en el campo de pelea, ambas podían oír el abucheo de las personas y fue la rubia quien en cuestión de segundos se percató de la frustración que eso causaba en su ahora amiga, veía como sus puños se iban cerrando y aquellos ojos cual color escarlata iban siendo opacados por el enfado.
─ ¡Queremos a Sasuke! ¡Que pelee el Uchiha! ¡No queremos niñas peleando! ¡Solo es una perdedora!
Eran los comentarios que soltaba la mayoría de personas, claro que era algo que Ikari se esperaba, lo que no tenía en mente era oír una nueva voz gritándole para dar comienzo a otras.
─ ¡Vamos Ikari-chan, demuestra de qué eres capaz! - la vista de la azabache giró con sorpresa a la responsable ... la misma señora que se había encontrado la noche de ayer.
─ ¿Yo-yoshino- san? ... - sus ojos cambiaron de rumbo hasta el moreno que también gritaba - Tío Asuma ...
─ ¡Tú puedes Ikari, gana esta palea!
─ ¡Eso es! ¡Usa una técnica ultra impresionante para acabarla! - era el grito de Ino, de por sí era raro verla tan animada y era aún más raro verla apoyándola.
Una última voz de apoyo llegó a los oídos de la azabache - ¡DEJA QUE LA FLOR DE LA JUVENTUD ARDA EN TI, PEQUEÑA! - habló Guy acompañado de una pasó junto al pulgar arriba, igual que Lee.
La muchacha había disipado gran parte de su enojo, aunque solo hubieran pasado unos segundos, Ikari no tardó en voltear a ver a su equipo dándose con la sorpresa de que Naruto estaba apoyado en la baranda junto con Sasuke atentos a lo que pasaría.
El rubio fue quien con su gran entusiasmo le brindó una sonrisa de aliento, achicando sus ojos y dejando en el esplendor aquellas marcas en su mejilla.
Por su parte el Uchiha solo estaba serio cuando lo miró, no tardó en cerrar sus ojos para brindarle una sonrisa de medio lado, por alguna razón esas muestras significaron mucho en la Hatake, haciendo que ahora en su rostro se muestre la calma y firmeza.
Temari por su lado le brindó la última sonrisa amigable que vería la azabache antes de dar comienzo, aquellos segundos no le incomodaban a la rubia puesto que entendía la necesidad de ellos.
─ ¿Lista? - habló mientras acomodaba su abanico frente a ella.
─ Siempre - dijo con una sonrisa segura sin si quiera apartarse - espero que no te contengas, Temari.
