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─ ¿Un ... abrazo? – habló Boruto al ver como su padre le había pedido a la Hatake, abrazo que claramente se le fue dado – E-ellos parecen ...
─ No – sentenció el Uchiha más grande de inmediato, dándole un apretón fuerte en la cabeza del rubio – Solo eran amigos ...
─ Ummm eso no me suena muy convencidooo ... - canturreó Yumei para molestar al mayor, cosa que logró en segundos satisfactoriamente.
Justo cuando los chicos se separaron del abrazo, Jiraiya habló al no sentirse convencido por eso – Eso fue muy fácil, que dices de un beso ¿Eh? – Todos abrieron los ojos como plato - Puede que sea la última vez que lo veas – aquello último lo dijo susurrándole al oído, claramente para que sea la única que lo escuchara.
─ ¡ALÉJESE VIEJO MAÑOSO! – rápidamente lo hizo a un lado para pasar a acercarse al rubio, quien se había quedado tieso y sonrojado.
Boruto abrazando a Yumei del miedo de ver al Uchiha y sobre todo por aquel acto que parecía que se iba a llevar a cabo - ¡Lo va a hacer! ¡¿Enserio lo va a hacer?! – chillaba en voz baja el muchacho.
Ikari acercó sus labios a la frente de su amigo, dejando un suave roce de ellos y un beso cálido - ¡Tú puedes, Naruto! – animó regalándole una sonrisa.
Por su parte Jiraiya, quien estaba a lado de los otros menores extraños, tenía un tic en su ojo por ver que la muchacha no había comprendido su petición – Bueno ... al final sí consiguió el beso de la chica que le gusta.
─ ¡¿QUEEE?! – exclamaron Yumei y Boruto tras aquella revelación, cada uno sintiéndose extraño por imaginarse aquello - ¡¿Tú no dices nada?! – reclamó la chica a Sasuke, este solo cerró los ojos con el ceño fruncido, sabía que su amigo sentía algo por ella desde pequeños, pero aún así no es algo que le gustara recordar.
─ Bien sabio pervertido, ¿Ahora sí podré invocar un sapo? – habló Naruto aún con su sonrojo y una cara de tonto.
El Sanin empezó a avanzar y con él todos los demás lo siguieron por el camino, con la intención de borrar la memoria de Ikari, quien era la que más sabía y menos debería estar enterada.
─ Oye Ika-chan – preguntó el rubio unos minutos después, la chica simplemente volteó a mirarlo aún mientras caminaba – T-tú ... ¿Qu-quien? – empezaba a ponerse nervioso al formular su pregunta, la misma que el peliblanco le había hecho tiempo atrás - ¿Quién te gusta?