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La situación se había tornado complicada, empezando por la pelea que se estaba dando entre la rubia sanadora contra el hombre serpiente y su subordinado.
Este último estaba por darle un golpe que sería definitivo para lograr su objetivo, aprovechando que la Senju se encontraba en una situación nada favorable.
Su impacto nunca llegó, pero sí la presencia de Shizune, Jiraiya y el pequeño rubio extrovertido, Naruto Uzumaki.
─ ¡Jutsu de invocación! – tanto Jiraiya y Kabuto fueron rodeados por el humo, quedando este último muy apegado a Orochimaru.
Por desgracia el resultado no fue igual, los enemigos se encontraban sobre una gran serpiente acompañada de otra y en cuanto al peliblanco pues ... al menos había logrado invocar a Gamakichi en vez de un renacuajo. Naruto no tardó en seguir los pasos de su maestro, trayendo al campo de pelea al hermano menor del anterior sapo, Gamatatsu.
─ Patético ... él nunca tuvo habilidades para ser un buen ninja – dijo Kabuto mientras recordaba la experiencia cuando conoció al rubio.
Por su parte Orochimaru recordó algo importante que su ayudante le dio anteriormente – Vaya, vaya ... por lo visto no trajeron a mi preciada Ikari-chan – habló relamiendo sus labios y sorprendiendo a los demás quienes pensaban que él no sabía que ella estaba en el pueblo – Creo que eso cambiará un poco mis planes ... - de inmediato la serpiente de cada uno se lanzó a los otros a una gran velocidad - ¡Quiero que me dejes a Jiraiya para mí! ¡Tú encárgate de traerme a la niña! ¡AHORA!
Aquel mandato fue escuchado por los otros, siendo Shizune quien se propuso impedirle a Kabuto el paso - ¡No te lo permitiré! ¡Te quedarás aquí! – y tras decir eso ambos pares de adversarios se envolvieron en una pelea, mientras Naruto por su parte luchaba para no ser digerido otra vez por la serpiente y Tsunade se encontraba paralizada al haber revivido uno de sus más grandes traumas, la sangre en ella.
En un momento inesperado, Kabuto encontró la oportunidad perfecta para acabar con la Sanin, no sin antes empezar a darle varias patadas escuchándose los gritos de la mujer.
Justo cuando estaba creando una técnica en mano, antes de que toque a Tsunade, Naruto llegó a interponerse y recibiendo el golpe en su banda ninja encaró al peliblanco.
─ Retrocede – dijo con enojo – Ya fue suficiente, traidor – y tras decir esas palabras el chico empezó a poner en práctica todo lo entrenado, acumulando el chakra en forma de esfera en su palma.
