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Un ave sobrevolaba la aldea llamando la atención de los maestros de la nueva generación de genins.
Por otro lado, aquel encuentro entre Konohamaru y el chico gato junto a la rubia no iba nada bien pues el mayor lo había levantado del cuello, ocasionando que el menor sintiera miedo y dolor.
Naruto no tardó en querer salvarlo, pero con un movimiento de manos aquel nuevo personaje lo había hecho caer.
─ Oye ... ya basta me duele – gemía el niño con los ojos llorosos
─ No me agradan los escuálidos ni los enanos debiluchos – habló aquel desconocido – Así que cuando alguien empieza a parlotear – presionó más fuerte a Konohamaru, sacando otro chillido de dolor – solo lo parto en dos y ya.
─ Sabes, yo no voy a involucrarme en esto ¿Sí? – la voz de la rubia fue escuchada por todos
Su compañero se preparaba para atacar – Primero acabaré con este mocoso y después con aquel enano.
Todos vieron como una roca pasó frente al de traje, golpeando su mano y como consecuencia dejando caer al pequeño.
─ ¿Q-qué? – fue lo que articulo al sentir como tocaba el suelo delicadamente, justo cuando sintió que los brazos que lo rodeaban se alejaban, miró como el de traje negro era lanzado al suelo por una chica – Tu eres ...
─ Por lo visto son muy débiles para poder vencernos – habló el Uchiha sentado en una rama mientras lanzaba y atrapaba una roca en su mano.
─ ¡IKARI-CHAN! ¡SASUKE-KUN! – gritaron Naruto y Sakura respectivamente.
La Hatake por su parte se aseguró de que el menor esté bien, sonrojándolo por lo bonita que era y por como lo había salvado – Ya estás a salvo pequeño
─ ¿Más mocosos? – dijo adolorido el de marcas moradas mientras se paraba
─ Piérdete – ambos azabaches hablaron, siendo Sasuke el que pulverizaba la piedra con su mano.
─ ¿Por qué no eres tan genial como ellos? – reclamó Konohamaru poniendo nervioso y enojado a Naruto.
Ikari pudo reconocer aquellas bandas ninjas que eran de los shinobis de la arena, no demoró en ponerse a la defensiva cuando el chico quiso sacar aquella cosa que cargaba por detrás - ¡¿VAS A USAR AL CUERVO POR ESTO?!
─ Oye ¿Por qué no bajas y controlas a tu amigo? – preguntó Ikari, llevando la atención de todos al chico que estaba colgado en el árbol.
