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Justo cuando el Uzumaki era lanzado contra un árbol, fue otra vez amortiguado pero esta vez por Ikari mientras Sasuke se ponía a la defensa si Gaara atacaba. Pero el pelirrojo había quedado cansado de aquellos golpes que recibió del rubio.
─ Gracias Ika-chan, pero deben irse ... él es muy ...
─ Enfrentamos a un asesino de la niebla – iba diciendo la chica mientras apartaba cuidadosamente a su amigo y lo ayudaba a pararse - ¿Crees que no podemos contra alguien de nuestra edad?
─ Pe-pero ... él no es como – Antes de terminar fue el Uchiha quien lo interrumpió esta vez.
─ ¿Nosotros? Eso es obvio – decía agitado pues hacía un esfuerzo grande soportando la marca de maldición sobre él – Pero debemos hacer algo o terminará destruyendo todo.
El Uzumaki se encontraba inseguro de aceptar que sus amigos se metieran en la pelea, no porque desconfiara de sus habilidades, a lo contrario eran un gran apoyo. Pero tenía miedo a que algo les pasara y lo mismo pensaban ellos ... sus lazos a pesar de la separación temporal, solo se habían hecho más fuertes.
─ ¡Bien, hagámoslo juntos! – dijo finalmente con una sonrisa mientras chocaba la palma de su mano con la otra en puño - ¡EL EQUIPO 7 ESTÁ DE VUELTA!
Tanto Ikari y Sasuke posaron una sonrisa en sus rostros al ver a Naruto tan entusiasta de nuevo, pero no se distrajeron más y pasaron a mirar de manera seria a Gaara quien estaba volviendo a recuperar su forma – Lo primero que debemos hacer es deshacernos de esa arena.
─ Ajá ¿Y cómo se supone que harán eso? – escucharon la voz de Gamakichi detrás de ellos, aunque a la vez irritando un poco a Naruto pues era el resultado de su mal jutsu.
─ ¡EN VEZ DE HACER PREGUNTAS PODRÍAS DAR SOLUCIONES!
─ Oye niño más respeto que tú me invocaste – hablaba el pequeño sapo para volver a sacarle la lengua al rubio y un poco de saliva salpicándolo.
Ikari tronó los dedos dándose cuenta del gran detalle que había estado olvidando - ¡Claro el agua! – el rubio estaba sin entender, a diferencia de Sasuke quien había captado lo que quiso decir – Hace un rato comprobamos que la arena de Gaara se volvió débil con el agua – aclaró la chica.
