A Song of Guns, Germs and Steel en español

Capítulo 41

Capítulo 41: El día 14 de enero, 299 años después de la conquista de Aegon

Ser Allar Deem había servido en la guardia de la ciudad durante casi dos décadas. Recordó el saqueo de la ciudad en su juventud, como un nuevo recluta calvo. La mayoría de los Capas Doradas se habían retirado a sus cuarteles mientras el ejército de Tywin violaba y saqueaba. Los valientes, los justos y los necios habían caído, pero él había sobrevivido.

Desde entonces, había ascendido mucho, principalmente debido a un sentido innato de la cautela, pero también a una relación muy provechosa con su comandante, Janos Slynt, ahora ascendido al puesto de Señor de Harrenhal. Deem había ganado el título de caballero después de los disturbios que habían asolado la ciudad, cuando las oraciones de los piadosos habían expulsado a los hombres voladores y toda su maldad, o al menos eso afirmaba el Septón Supremo.

Desde entonces, había realizado todos los deberes que Lord Slynt y la reina le habían pedido. Solo había estado siguiendo órdenes, se dijo a sí mismo, cada vez que los sueños comenzaban de nuevo, de niños llorando y bebés gritando, silenciados repentinamente... Ahora en el papel de confianza del comandante de la Puerta de Hierro, al comienzo de Rosby Road y más cerca de el Anillo del Extraño, fue él quien respondió a la llamada del centinela de que se acercaban jinetes.

Acababa de anochecer. Últimamente, Rosby Road había estado más concurrida. Aparte de los comerciantes y granjeros habituales, ahora estaban los suministros regulares para el ejército de fieles que asediaban el Anillo. La mayoría de los días iban y venían columnas de carromatos que transportaban comida, ropa, lana y lino, botas de repuesto, flechas, picos, palas y hachas, tiendas de campaña, velas, plumas, pergaminos, vendas, alcohol y toda la demás parafernalia necesaria para un ejército en tierra. campaña.

Había sido una pesadilla logística, especialmente dados sus esfuerzos conjuntos para fortalecer las defensas de la ciudad y contratar y equipar a más vigilantes. Después de las pérdidas anteriores a manos de los hombres voladores, así como de los 'voluntarios' enviados al Anillo bajo el mando de Lord Bonifer, la guardia había perdido una cuarta parte de su fuerza. Se habían reducido a unos mil quinientos hombres. Desde entonces, la reina se había propuesto contratar mil más, pero la mayoría estaban tan verdes como la hierba y necesitarían meses de perforación para ser de mucha utilidad. Sin embargo, parecía que tenían tiempo. El ejército de Lord Renly permaneció acampado en Bitterbridge, muy al sur, con los Tyrells todavía marchando por Roseroad para unirse a él. Si se sintieran amenazados, Lord Tywin y Ser Jaime viajarían desde las Tierras de los Ríos en ayuda de la ciudad. Hacia el este,

Deem caminó desde la puerta de entrada hasta cuatro tramos de escaleras hasta la parte superior de las paredes. Desde allí tenía una vista clara del borde de la ciudad. Más casas y tiendas, entre las chozas más toscas de Desembarco del Rey, persistían durante varios cientos de metros más allá de la puerta, particularmente abrazando la curva de la costa alrededor de Blackwater Bay. Más allá había densos campos en los que los granjeros intentaban sembrar otra cosecha antes de que el largo verano finalmente llegara a su fin. A una o dos millas de distancia, comenzaron los primeros bosquecillos de árboles.

El centinela señaló. Una veintena de arqueros ocupaban la parte superior de la muralla, mientras que otra veintena armada con lanzas y espadas defendía la puerta de abajo. Deem pudo ver ahora una columna de jinetes, trotando por el camino con cierta prisa. Ondearon un par de estandartes: la espada del arcoíris y las estrellas de la fe y las tres coronas doradas sobre rosa y rojo de la casa Hollard. Reconoció a Ser Dontos a la cabeza de la columna. Los cincuenta y tantos jinetes llevaban armadura completa, la mayoría de sus rostros oscurecidos, pero Dontos se había quitado el casco para mostrar su rostro con claridad.