Capítulo 57

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Capítulo 57: El día 30 de enero, 299 años después de la conquista de Aegon


Merrett Frey parpadeó, sin entender del todo el término desconocido.


"¿Un qué?"


"Un hematoma subdural crónico".


El curandero extranjero sostenía un extraño retrato, los colores solo en blanco y negro. Había un objeto redondeado, con una complicada masa de líneas entrelazadas en su interior. Sólo desconcertó a Merrett. El 'doctor' estaba señalando partes con una pluma azul. "Aquí y aquí, ¿ves la acumulación de fluidos? Es realmente notable que hayas soportado esta condición durante tanto tiempo. El dolor debe haber sido tremendo". El médico lo miró preocupado.


"Tengo dolores de cabeza, sí", admitió Merrett.


"¿Desde el accidente? ¿Cuando eras joven?"


"Sí" Merrett asintió, pero su larga experiencia le decía que incluso eso podría provocarle un nuevo dolor. Habían pasado más de veinte años desde el golpe de la maza que le había destrozado el yelmo. Ni siquiera lo recordaba. Todo lo que sabía era que se había despertado quince días después con un dolor de cabeza terrible. Lo habían enviado de regreso a los Mellizos, sin siquiera un título de caballero por sus esfuerzos en la lucha contra la Hermandad Kingswood. Había asumido que los dolores desaparecerían con el tiempo, pero el alivio nunca llegó realmente. Desde entonces se había casado y era padre de cinco hijos, pero su único gran logro hasta la fecha había sido convertirse en el mayor borracho de los Mellizos.


"Una vida difícil de vivir entonces, sin tratamiento disponible".


"¿Quieres decir... que podría haber una cura?" preguntó Merrett, sintiendo una oleada repentina de esperanza.


"Bueno..." el 'doctor' vaciló. "Me temo que aquí no tenemos el quirófano adecuado ni la experiencia adecuada. Necesitarías un neurocirujano, un especialista en cerebro, pero estoy seguro de que podría hacerse en nuestro mundo, sí".


A Merrett se le erizó el vello de la nuca. "¿Así que quieres decir... a través del Anillo? ¿En Melbourne?"


"Sí, creo que tendrías a los cirujanos adecuados allí".


Merrett Frey guardó silencio durante diez segundos completos. "¿Cómo podría llegar allí?"


"Podría escribirte una referencia", dijo el médico, agarrando un bloc de notas cercano y escribiendo en él rápidamente. "No puedo decir mucho sobre cómo llegar allí o que te dejen entrar. ¿Supongo que tienes un caballo? Si cabalgas hasta el Ring, entrégales esto. Con suerte, los australianos te dejarán entrar y podrás encontrar al cirujano adecuado". El médico terminó de escribir la nota, la firmó y se la entregó a Merrett junto con los extraños retratos. "También puede haber pago, a menos que pueda encontrar un neurocirujano voluntario o algo así, pero eso podría ser complicado".


"¿Qué tipo de pago?" Merrett preguntó, repentinamente temeroso. Estaba a punto de preguntar '¿sangre?' pero en su lugar logró decir "¿Oro?"

A Song of Guns, Germs and Steel en españolWhere stories live. Discover now