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Gong Yingxian entrecerró los ojos y miró a Ren Yi sin comprender, aparentemente sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo en ese momento.
La cara de Ren Yi se sentía como si estuviera ardiendo, su corazón latía salvajemente y su cuerpo se estaba calentando. El flequillo desordenado y sudoroso de Gong Yingxian, sus ojos de borracho y sus labios rojos y carnosos formaban un fuerte contraste con su naturaleza fría y abstinente habitual, estaban llenos de tentación.
Ren Yi temía que se notaran los cambios en su cuerpo, por lo que rápidamente trató de levantarse, pero Gong Yingxian lo agarró del brazo, lo reprimió con el peso de su cuerpo y lo miró con expresión perpleja.
Ren Yi no se atrevió a respirar.
—Tú... —Gong Yingxian susurró—. ¿Por qué... estás tan cerca?
—... Creo que estamos demasiado cerca, deberías dejarme ir —Ren Yi quería arrancar las garras de Gong Yingxian, pero el hombre todavía tenía mucha fuerza después de beber.
—Tu nombre —Gong Yingxian estiró su cintura como un gato y se recostó sobre Ren Yi—. Es tan estúpido.
—... —Ren Yi podía sentir el suave pecho de Gong Yingxian apretándolo, y su cuero cabelludo estaba entumecido.
—Esa es la cosa más estúpida que he escuchado en mi vida —dijo Gong Yingxian, riéndose para sí mismo.
—Bastardo —Ren Yi maldijo en secreto—. Está bien, está bien, déjame ir —luchó por alejar a Gong Yingxian.
—No te muevas —Gong Yingxian hizo una voz insatisfecha, luego se giró cuidadosamente y presionó a Ren Yi debajo de él.
Ren Yi se quedó paralizado y miró a Gong Yingxian con desconcierto.
Comenzó a enamorarse cuando era un adolescente y una vez fue un joven muy romántico. Y actualmente a esa edad, era lo suficientemente maduro tanto en el amor como en el sexo, pero en ese momento no se atrevía a moverse. No sabía porqué, pero cada vez que estaba con Gong Yingxian, parecía haber vuelto a ser el joven que acababa de empezar a enamorarse. No se atrevía a utilizar ningún coqueteo, ninguno técnica o ninguna rutina, por miedo a ser demasiado sentimental e incluso a que se destruyera su amistad, la cual fue ganada con mucho esfuerzo.
Además, sabía que Gong Yingxian confiaba en él y lo consideraba un amigo. ¿Cómo podría utilizar esa confianza para aprovecharse de los demás?
Gong Yingxian bajó la cabeza lentamente, tan bajo que su desordenado flequillo atravesó la frente de Ren Yi, tan bajo que Ren Yi pensó que sus labios caerían sobre los suyos. Estaba tan nervioso que contuvo la respiración.
Pero Gong Yingxian se detuvo. Miró fijamente a Ren Yi a los ojos y dijo tartamudeando:
