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Ren Yi giró su brazo en silencio y se dió la vuelta: —¿Eh?
—¿No es por eso que me pediste que viniera? —Gong Yingxian se cruzó de brazos—. ¿Cómo podrás lavarte solo?
—Uh, yo... —Ren Yi imaginó la escena y sintió que era imposible para él no querer hacer algo mal, pero se mostró reacio a perder la oportunidad de tener contacto íntimo con Gong Yingxian. Dudó—. ¿No crees que estoy sucio?
—No me importa —dijo Gong Yingxian sin dudarlo—. Te prepararé la ducha, y luego te lavas tú mismo teniendo cuidado de no tocar tus heridas —hizo una pausa, luciendo reacio—. Puedo limpiar cerca de tu cuello por ti.
—Olvídalo... —dijo Ren Yi con una sonrisa seca—. Será vergonzoso estar desnudo.
Gong Yingxian arqueó las cejas: —Eres bombero, ¿nunca te has bañado en grupo?
Ren Yi se quedó sin palabras, hasta hace apenas dos años, cuando se convirtió en líder de escuadrón, pudo tener baño privado.
—¿O te da vergüenza delante de mí? —Gong Yingxian frunció ligeramente los labios—. ¿Te sentirás inferior?
Ren Yi enderezó su pecho y gritó: —¡¿Estás bromeando?! Si insistes en ayudar, te daré esta oportunidad.
Gong Yingxian levantó la barbilla: —Date prisa, tengo que volver a la sucursal —dijo mientras se quitaba la chaqueta del traje.
Ren Yi no pudo evitar tragar saliva cuando miró los gruesos músculos del pecho de Gong Yingxian que se resaltaron deliberadamente cuando se quitó la ropa.
—Tráeme un pijama limpio, preferiblemente uno nuevo.
—Solo tengo uniformes de entrenamiento.
Gong Yingxian frunció el ceño: —¿El que usas y que parece el de un trabajador de mantenimiento?
Ren Yi puso los ojos en blanco: —Sí, es la ropa que parece de trabajador de mantenimiento —no culpaban a los demás por odiar su ropa, ellos mismos pensaban que era bastante fea. Ren Yi sacó dos juegos limpios del gabinete y le entregó uno a Gong Yingxian.
Gong Yingxian miró en silencio el uniforme de entrenamiento de bombero azul marino que tenía en la mano. Evidentemente había sido lavado muchas veces, la tela estaba arrugada, deformada y no había sido planchada en absoluto.
—Todos están lavados —Ren Yi se llevó el traje que tenía en la mano a la nariz y lo olió—. Todavía huele bien.
—¿Llamas "fragante" al olor de este detergente barato para la ropa? —Gong Yingxian lo fulminó con la mirada.
—Tsk, esto es todo lo que tengo aquí. Si no quieres ponerte nada, ¿por qué no entras desnudo?
