22. motos, chocolate

2K 348 13
                                    

Takemichi estaba confundido. ¿Capitán?, ¿Lo estaban albureando y él no se daba cuenta?

Lo miró algo confundido. “Lo siento, Inupi-kun. Te confundes, no te conozco y tampoco soy tú capitan... O un capitán en su defecto.”  El rubio de cicatriz le levantó una ceja de forma elegante.

“Ya veo. Pues, hay que conocernos, Takemichi.”  el azabache se puso rojo. Okey, una cosa era sentir algo de repelús por un extraño que decía conocerlo y otra muy distinta es que ese mismo extraño te diga cosas vergonzosas. ¡Takemichi era débil con la gente atractiva!

Movió sus pies, algo cohibido. “No debo hablar con desconocidos ” lo dijo tan bajito que pensó no lo escucharía (hubiera deseado eso) exteriorizaba sus sentimientos demasiado, era vergonzoso decir algo tan infantil.

“Si me conoces no seré más un desconocido.”  bueno, éste tipo era insistente. Y muy guapo. Podría decirle a Mocchi-san que él llegaría a la casa solo, ¿Verdad? Así Mocchi-san se ahorraba la ida por él. Le mandó un rápido mensaje informando las buenas nuevas, y a Aka-chan le mandó su ubicación en tiempo real, por si las moscas. okeeey, Inupi-kun. ¡Llévame! Pero te aviso que ya tengo novio, si es que esas son tus intenciones.”

Hubo un pequeño brillo en los ojos verdes, pero después le respondió: “Es bueno saberlo, Takemichi.”  era extraño que un desconocido lo llamara tan íntimamente por su nombre y sin honorífico, pero bueno, Takemichi no era muy seguidor de la estricta norma japonesa de conducta social.

Inupi le hizo una ligera seña de que le siguiera, mientras movía unas llaves con un curioso llavero que tenía una especie de tela roja colgando.

Pronto llegaron a una bonita y grande motocicleta. ¿Cómo diablos Takemichi se iba a subir a ese monstruo? Inupi-kun... Nunca me he subido a una motocicleta, ¿Y si no me agarro bien y me caigo? ¡Tengo dos gatos que dependen de mí!, ¡No puedo morir todavía!”  su pequeña crisis de miedo le dió gracia al aparente mayor.

“Sólo agárrate de mí.” Takemichi lo miró horrorizado.

“¡No soy una chica!”

“Bueno, entonces caete.”  El azabache negó, tragando saliva. ¡Sería la chica, sería la chica!

Puso la bolsa de compras (adentro metió el tarro de chocolates) entre la espalda de Inupi-kun y su pancita mientras el rubio encendía la motocicleta y le preguntaba a dónde lo llevaba. Takemichi le respondió mientras cruzaba sus brazos por sobre la sudadera oversized del tipo que recién conocía y con el que se iba a ir en un paseo a su cantón. Bueno, de algo había que morirse, ¿No? Y el tipo le había dado buenas vibras

Las calles de Shibuya se veían hermosas, incluso cuando era de mañana, y le constaba que se verían aún mejor de noche. Su teléfono empezó a vibrar dentro de su bolsillo, así que agarrándose más fuerte con un solo brazo, sacó el aparato y contestó. Era Mocchi-san.

Probablemente se iba a escuchar puro aire pero de igual forma contestó, ocultando su cara y protegiéndose del aire con la ancha espalda de Inupi-kun.

“¡Holaaaaa, Mocchi-san!, ¡Estoy yendo a casa, no te preocupes!” se escuchaba mucho ruido tras él teléfono, aunque Takemichi pensó que era un problema del teléfono, ya era algo viejo y aunque Mikey-san se ofreció a darle uno más nuevo Takemichi se negó pues no tenía nada que ver con su trabajo. (Tampoco el HBO, pero no lo rechazaría... ¡Por Tom Riddle!)

“T-Takemichi, no vayas a la casa. Quédate en la tuya, si puedes, dile a quien te está llevando que te lleve a tu casa, ¡No vengas! Te buscaré cuando las cosas se calmen.”  Quien habló no fue la gruesa voz de Mocchi-san, sino Kaku-chan. ¿Por qué tenía el teléfono de Mocchi-san? Takemichi se pegó más a Inupi-kun.

“¿Kaku-chan?, ¿Por qué no puedo ir?, Acaso... ¿Me han despedido?”  los ojitos se le llenaron de lágrimas, ni siquiera se despidió de los ejecutivos, aparte Huevos y Fresa seguían allá.

“Tengo que ir por mis gatitos si ya no me quieren allá, Kaku-chan.”  un ruido fuerte se escuchó del otro lado, y la respiración de Kakucho se hizo más pesada. “No es eso, Takemichi. Te lo explicaré después, te lo explicaré todo pero por favor no vengas. Los gatos los tiene Haruchiyo, están bien.” Takemichi frunció el entrecejo, algo preocupado mientras se relamía los labios resecos. Su cabeza se escondió más en la sudadera de Inupi.

“Está... Bien. No iré, por favor cuidense y dile a Aka-chan que cuide de mis gatitos, por favor.”  Kakucho le respondió de forma afirmativa y cortó.

De forma suave Takemichi jaló la sudadera de Inupi. “Mmh, Inupi-kun, ¿Puedes llevarme a...”  le dió la dirección de su departamento, y el rubio rápidamente cambió el rumbo, sin preguntar.

Lo llevó a su departamento.

cherry cream || allxtakemichiWhere stories live. Discover now