30. la sierra templada, ¡oh, mi diosa!

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La aportación de Inui Seishu fue un caótico y encantador desastre. Últimamente lo único que Kisaki Tetta buscaba era tocarle las pelotas a Manjiro Sano, y casi termina de hacerlo hasta que el estúpido de Kakucho Hitto vino y jodió sus planes y tácticas (y lo peor, lo hizo por el Cheffsito).

Takemichi Hanagaki en un punto y aparte en todo lo que representaba la vida rutinaria, infancia y próxima apropiación de la mafia japonesa en Kisaki. En su infancia (con su estúpida capa y sus estúpidos ojos azules diciendo que salvaría a todos los débiles, ¡Como si él fuera a dejar que ese enclenque lo “salvara”!) Metiéndose en su bonita relación incipiente  con Hinata Tachibana (nunca funcionó, aunque el tonto Cheff se fue Tachibana jamás le hizo caso, después llegó Mikey y él terminó enganchado al pandillero) así que, en conclusión, Takemichi Hanagaki siempre encontraba una forma u otra de entrometerse en su vida y existencia.

Incluso cuando Takemichi no lo conocía. En demasiadas ocasiones se le apareció al frente en su pastelería, sus lugares de trabajo o sus usuales visitas de cualquier lugar y jamás lo reconoció.

Conseguir la dirección en la que las ratas de Bonten estaban ocultas a partir de la ubicación del Cheff que Inui Seishu tenía fue pan comido. Lo único que tuvo que prometer fue la sanidad del Cheff (y literalmente ni siquiera planeaba herir a Takemichi, a su pequeño héroe, asi que fue un excelente negocio, ¿No?)

Y luego estaba Hanma Shuji (el imbécil que se dejó disparar y atrapar, aunque escapó después llegando moribundo a casa) mismo chango renacido que parecía incapaz de cansarse. Por eso mismo decidió que en esa escapada hacia aquella sierra desconocida debía de llevarlo y usarlo como mula de carga.

En un punto, cuando el auto parecía no avanzar más Kisaki bufó y empezó a caminar siguiendo el punto exacto de las coordenadas. No era estúpido, aquello era el lugar exacto en el cual se encontraba Takemichi y el terreno de Bonten abarcaría muchas hectáreas a la redonda ergo no podía usar el camino de tierra principal. Debían ir por la sierra para hacer una buena emboscada.

Aunque “emboscada” no era el término correcto. Quería ver las aguas, tantear el terreno. Investigar y, tal vez, observar un poco al hombre por el que Kakucho Hitto lo traicionó.

«Kisaki, no es alguien extraordinario pero sin dudas hay algo alrededor de él que te hace verlo y apreciarlo » fue la contestación de Hanma cuando preguntó explícitamente qué le veían a Takemichi. Él lo conocía desde pequeños, pero no podía decir de forma sincera un cumplido más allá de que tiene un buen culo. ¿Takemichi se merecía toda la atención de gente tan poderosa? ¡No!

Además, era el puto novio de Sanzu Haruchiyo. Sanzu Haruchiyo. ¿Era eso buena o mala suerte?

En conclusión Takemichi Hanagaki era un enigma para Kisaki. Uno enigma con buen culo y cara de muñeca. “Jefeeee.”

Cállate y camina.” justo ahora se encontraba en la espalda de Hanma Shuji usándolo como burro. (Era asquerosamente millonario, pendejo si le salen callos).

De alguna forma consiguieron llegar al río y en ese punto Kisaki comprendió que no valía la pena todo el esfuerzo físico (que no hizo, pero los mosquitos y la humedad eran asquerosos) que había hecho  “Mmh”. Se negaba a perder su dignidad... O lo que le quedaba de ella. Nunca pediría volver a tan poco tiempo de haber llegado y sin dudas no se sentaría en ese asqueroso fango que probableme tenga hasta sapos entre ellos...

“¡Oh!, Qué sorpresa encontrar gente por aquí... ¿Son turistas?, ¿Se perdieron?” tal vez fue un maldito llamado del cielo* pero el rey de Roma había llegado. ¡Takemichi Hanagaki estaba a unos diez metros de ellos! El Cheff andaba con ropa muy abrigadora y lo que parecía un Rottweiler al lado (el perro no se veía confiable).

cherry cream || allxtakemichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora