⊹ OO3

613 83 0
                                    

—Nos vemos luego, Jen —susurró la delicada omega, tratando de esbozar una sonrisa sutil

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Nos vemos luego, Jen —susurró la delicada omega, tratando de esbozar una sonrisa sutil.

—Hey, espera —dijo, tomándole del antebrazo antes que éste entrara a su casa.

—¿Si?

—No quiero que te acerques a esa alfa —y Lisa supo a quién se refería exactamente.

—N-ni siquiera la conozco, Nini, no te preocupes por ella —trató de hablar firmemente, de convencerla.

—Eso espero, sabes muy bien que no me gusta verte cerca a otros alfas, vas a parecer alguien fácil. ¿Quieres eso? —cuestionó con brusquedad, mirando a la omega y haciéndola sentir cohibida, como ya hace tiempo atrás lo estaba haciendo.

—N-no...

—Dilo fuerte, no te escucho —le recriminó con seriedad.

—No, no quiero eso.

—Eso está mejor —sonrió de lado, tomó toscamente a Lisa de la mandíbula y le dio un corto beso.

La omega en verdad quería sentir que a través de esas acciones su alfa le transmitía amor y cariño, aquellos sentimientos que le mantuvieron cálido el corazón hace casi un año y medio...

Sentimientos que ahora parecían caerse como los pétalos de una flor marchita.

Trató de sonreír para su pareja, haciendo que esta también le correspondiera. Se separaron lentamente hasta que la castaña terminó por despedirse.

Lisa suspiró al ver la imagen de Jennie a la lejanía, introdujo la llave a la cerradura de su puerta y se adentró a la casa con lentitud.

Como siempre, nadie la recibió. Su mamá estaba de turno trabajando en alguna oficina de banco. Con un vago suspiro se dirigió a la cocina.

Sí. Su familia solo se reducía a ella, aquella laboriosa y hermosa mujer que trabajaba responsablemente para salir adelante y mantener los gastos básicos de su hogar.

Claro que Lisa no se quedaba atrás, por supuesto que no. La omega luego de haber terminado el nivel secundario, buscó trabajos disponibles, sus planes eran trabajar para ahorrar un poco de dinero y pagar el monto requerido para una academia, y posteriormente postular a alguna buena universidad.

Hizo muchos sacrificios, trabajando en lo que se le permitía o aceptaba. Y la mejor noticia que ella y su madre pudieron recibir fue cuando le llegó aquel dichoso correo en el que se mencionaba que había sido aceptada.

Dejó su mochila en una silla y vio el refrigerador, una nota pegada como siempre en la puerta y el almuerzo dentro de este. Decidió ponerla a calentar en el microondas mientras lavaba sus manos. Viendo así en sus delgadas muñecas, unas cuantas marcas de leves tonos rojizos que Jennie se había tomado el tiempo de hacer cada vez que discutían.

¿Por qué todo había cambiado? ¿Por qué no seguía siendo la misma alegre y divertida alfa que tiempo atrás había conocido?

Sonrió con tristeza. Acaso todos aquellos momentos que disfrutó gracias a Jennie, ¿eran producto de una mentira? ¿Solo para ocultar lo que ahora no se molestaba en disimular?

Lisa estaba enamorada de ella. Había caído en todo lo que era antes... En sus encantos y tiernas sonrisas gamosas, en sus cálidos abrazos y palabras dulces. Y era por eso también que le dolía aceptar que esa ya no era la misma Jennie Kim de la que se enamoró... De la que ya casi no quedaba nada, no podía reconocerla.

Sus celos enfermizos, su actitud posesiva, sus palabras hirientes... Todo entraba en la mente de Lisa y ya no querían salir de ahí. Solo lograba lastimarla un poco más, pero era capaz de soportarlo. Porque la quería, porque su presencia era sumamente importante y porque creía que si la alfa no estaba junto a ella, nada podría ser lo mismo.

¿Se puede soportar todo por amor, verdad?

El sonido incesante que provenía del microondas la sacó de sus pensamientos, parpadeó varias veces y sacó el plato. Observó el almuerzo con disgusto, no tenía apetito. Pensar en todo lo que pasaba respecto a su relación le revolvía el estómago.

Resopló con desgana, sentándose y pensando en cosas más positivas, como el inicio a su nuevo ciclo universitario. Cada vez faltaba menos para poder graduarse y conseguir un trabajo merecedor de sus cualidades.

Recordaba todo lo que sucedió esa mañana en la que salió temprano y hasta en cómo buscaba con anhelo a Jisoo para conversar aunque sea un poco como acordaron por mensajes de texto una noche antes. Corriendo con apuro, despistada de su destino y chocando con aquella alfa...

Park Roseanne.

Sintió al instante que su loba se regocijó inquieta, moviendo su cola de un lado al otro con cierta emoción ante el recuerdo de la rubia. Algo que le preocupó mucho, porque con Jennie nunca había pasado algo como eso. Ni con su presencia, ni con algún recuerdo suyo.

Desde que se dieron una oportunidad de iniciar su relación, su loba se mostraba inconforme, ignorando todo esfuerzo que la loba de Jennie hacía para llamar su atención.

«Ella no es nuestra alfa, Lisa», recordó la vez en que su loba le dijo aquello para luego perder totalmente la conexión con su lado animal.

Hasta este día.

Hasta este día

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Treat you better | ChaelisaWhere stories live. Discover now