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Rosé buscaba por todos los pasillos a la linda tailandesa

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Rosé buscaba por todos los pasillos a la linda tailandesa. Ahora que no había cierta alfa entrometiéndose en el bienestar de Lisa, ambas pasaban tiempo juntas ya sea en el campus central o la cafetería. No obstante, habían pasado ya casi como trece minutos y la rubia no veía a la omega por ningún lado como acordaban siempre.

No lo pensó demasiado y decidió ir a buscarla, ni aunque podría mentir lo haría cuando se trataba de sacar su lado protector con la chica.

Y justamente a unos metros pudo ver a Jisoo saliendo del aula de Literatura, no dudó en acercarse.

—Hey, ¿has visto a Lisa?

—Hola, Rosé, yo estoy bien, gracias por preguntar —habló con puro sarcasmo y la otra rodó los ojos con una mueca divertida.

—Yah~, lo siento, pero es que no la veo por ningún lado.

—No te preocupes, entiendo tu lado alfa queriendo cuidar a Lisa. Solo puedo decirte que hemos compartido esta clase.

—¿Te comentó a dónde iría después?

—La verdadera cuestión es si sería correcto decírtelo.

—¿Por qué? —cuestionó entendiendo poco.

—Es que, uh, pues... Nadie más que ella y yo lo sabemos.

—Un secreto —afirmó la alfa.

—¡Ah! ¡Pero no sé! Ella confía mucho en ti —se exasperó así misma—.  ¿Sabes qué? Te lo voy a decir, Lisa podrá matarme después si desea.

Rosé esbozó una pequeña sonrisa al ver a su amiga alfa medio alterada por la situación.

—Está bien —suspiró para luego hablar—. Lisa está en el salón de música. Después de tantas dudas decidió ir hoy ya que Jennie todavía no asiste. Esa tipa menospreciaba su talento —emitió un corto gruñido de tan solo mencionarla.

—Sigo pensando en cómo expulsarla, al menos eso. No quiero que Lisa se atormente más con su presencia.

Jisoo asintió levemente.

—Créeme que yo también. No merece ser alfa, mucho menos merece a una omega.

Esta vez fue Rosé quien asintió un tanto pensativa. ¿Qué podría hacer para mantener protegida a la pelinegra?

—¡Pero ya! Dejemos de pensar en cosas desagradables, ve y busca a Lisa antes de que se vaya a otro lugar —habló Jisoo empujándola.

—Gracias, Kim, te debo un favor.

—Lo cobraré cuando sea necesario, ahora anda con tu omega —canturreó con un tono dulzón, tratando de fastidiarla, sin embargo, a Rosé pareció encantarle lo escuchado porque sonrió ampliamente.

La alfa rubia dio media vuelta y se dispuso a buscar el salón de música con las esperanzas de volver a sentir el dulce aroma de Lisa.

Es cierto que la había visto hace unas horas atrás, pero tanto su loba como ella querían en demasía todo lo relacionado con Lisa. Es simplemente su complemento, aquella pieza especial y faltante que necesita en todos los días de su vida; como una canción de cuna para relajarse, para poder descansar y dormir apaciguadamente; como el sol brillante después de una larga lluvia, que llega a iluminar y propinar calidez a su alrededor, en especial a su corazón; como la luna, blanca y radiante que acompaña el oscuro cielo con inusual luz.

Treat you better | ChaelisaWhere stories live. Discover now