⊹ O22

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—Es muy lindo, me encanta mucho, mucho

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—Es muy lindo, me encanta mucho, mucho. Muchas gracias, Rosie —exclamó totalmente feliz.

—Todavía no entiendo cómo es que te gusta ese oso, pero te dije que ganaría ese juego —la omega sonrió ampliamente, y el corazón de Rosé se envolvió de amor y calidez, su omega es muy preciosa. Resultaba que era viernes y como ya era de costumbre, Rosé y Lisa salieron luego de la universidad a disfrutar de una feria de juegos que llegaba al parque central cada año.

—Kumamon es un gran recuerdo desde mi infancia, me encanta y dudo olvidarlo en todo lo que lleve de vida —canturreó con dulzura y un especial brillo en sus grandes ojos—. Lo adoro mucho —frotó el peluche junto a su mejilla varias veces y sonrió levemente.

—Mi omega es tan tierna.

—Oye, basta —le reprochó totalmente avergonzada sin algún deje de molestia, no se opuso al fuerte abrazo que recibió de la mayor.

—Eres muy linda y adorable —sostuvo a Lisa de la cintura y rozó su nariz con la contraria, la tailandesa reprimió una sonrisa por lo cariñosa que la neozelandesa suele ser—. Bien, vamos ya, está anocheciendo y debes estar en casa.

—Gracias, alfa —habló con cierta timidez—. A-avancemos.

Rosé dejó un corto beso en su mejilla y la tomó de la mano. La omega sostuvo cuidadosamente al peluche con su otro brazo.

Se sonrieron entre ambas y siguieron el camino con los meñiques enlazados.

***

—Espero que descanses bien esta noche. Mañana te recogeré para ir a la fiesta de Taemin. ¿Te parece bien?

—Claro que sí —como pudo la abrazó y fue la alfa quien le sonrió para luego alejarse lentamente.

—Nos vemos mañana.

—¡Ve con mucho cuidado!

Y luego de la corta despedida, Lisa se adentró a su casa con una gran sonrisa en el rostro. Tanto tiempo atrás que no se sentía así y ahora simplemente lo estaba disfrutando al lado de la alfa.

Al entrar dejó el gran oso en el sofá y fue a la cocina a comer alguna fruta, su sorpresa fue mucha al ver a su mamá ahí, al parecer haciendo cuentas en una pequeña libreta.

—Hola, mamá —se acercó a la mujer y le dio un corto beso en la mejilla.

—Hola, cariño. ¿Cómo te ha ido? Te veo con una gran sonrisa —habló con dulzura y cierto tono de diversión.

—Salí con una amiga a la feria de juegos, fue una tarde genial.

—Me alegro —le sonrió para luego levantarse—. ¿Tienes hambre? Hoy salí temprano del trabajo y pasé a comprar cosas al supermercado.

—Por supuesto —asintió feliz—. ¿Te ayudo en algo? Para terminar las cosas más rápido.

—Sí, debo apurarme. Hay algo que tengo que decirte también.

—¿Qué es?

—Te lo diré luego de cenar.

Lisa no discutió ante el tema y junto a su mamá se encargaron de preparar un estofado de carne y ensalada.

—¡Listo, mamá, ya alisté la mesa! —gritó levemente desde la sala.

De apoco se acomodaron y disfrutaron del platillo en medio de un amena conversación. Una que tanto Lisa como su madre necesitaban después de tanto tiempo estando ocupadas con sus deberes.

—Cachorra —empezó la omega mayor ni bien dejó el cubierto en su plato—, tengo que avisarte de algo que es sobre mi trabajo.

Lisa se detuvo para mirarla con atención.

—La empresa en donde sabes que trabajo, fue invitada para asistir a una conferencia en Ulsan. Por lo que es necesario el esfuerzo que tengo que hacer para viajar allá.

—¿Viajar? ¿Piensas ir?

—Sólo serán tres días, como un fin de semana, nada más que eso —habló rápidamente—. Aparte de esta conferencia, los de mayor rango aprovecharán para organizar reuniones con otras empresas para ver si es posible asociarnos. Es importante que todo el equipo trabaje, por muy poco que sea —estiró sus brazos hasta tomar las manos de su bebé entre las suyas—. ¿Puedes como buena y hermosa hija omega que eres, darme tan siquiera ese permiso? —preguntó agudizando su voz, sonriéndole para luego acariciar la mejilla de su joven cachorra—. Solo van a ser pocos días, cariño.

—Valoro la entrega y responsabilidad que le pones a tu trabajo. No puedo ir contra eso.

—¡Gracias, bebé! —se levantó y se acercó a ella abrazándola fuertemente, Lisa solo se removió cómoda al sentir el cariño y el aroma tan dulce que su madre emanaba—. Pero prométeme que te vas a cuidar mucho. ¿Está bien?

—Lo prometo.

—Confió en ti y solo quiero que seas responsable —le dio un casto beso en la sien—. Sabes que eres lo único e importante que tengo en esta vida, cuídate mucho y si pasa cualquier cosa llámame, volveré tan pronto como tú me lo pidas. No va importarme si me despiden. Quiero que tú estés bien y segura.

—Lo haré, mamá, no te preocupes.

Ambas siguieron conversando mientras se encargaban de volver a limpiar todos los utensilios usados para luego de ello insistirle a su mamá en ayudar a empacar el equipaje necesario.

La joven omega sabía que sería complicado vivir en esa casa sin la presencia, calidez o el aroma de su mamá cerca, pero también entendió que las cuestiones de trabajo era muy importantes y no podía darse el lujo de prohibirle o discutir con la mujer que le dio la vida y se encarga de darle lo mejor posible aun si el esfuerzo era demandante.

Solo serían un par de días y contaba con que pasaría rápido para volver a tener a su madre junto a ella.

Solo serían un par de días y contaba con que pasaría rápido para volver a tener a su madre junto a ella

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Treat you better | ChaelisaWhere stories live. Discover now