⊹ O11

430 66 0
                                    

Rosé caminaba con lentitud por los pasillos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Rosé caminaba con lentitud por los pasillos. Ciertamente era la cuarta hora de clase que tenía, pero el profesor de Estadística había faltado inesperadamente, y ni bien el delegado decretó aquel aviso, la joven alfa no pudo evitar soltar un suspiro de alivio.

Se esforzaba mucho en cada curso, mas aquella materia no era con exactitud su favorita. Así que después de unos cuantos minutos, tomó su mochila, sacó su celular junto a sus audífonos y decidió merodear por ahí hasta que le tocara la siguiente clase.

Una rápida sonrisa se dibujó en su rostro al recordar a Lisa, deseaba poder ir a su facultad. No obstante, cayó en cuenta de que la omega tal vez sí tenía sus clases correspondientes. Hizo un leve puchero ante esto y trató de no desanimarse porque después de todo la vería luego.

Así que justamente ahora, sin darse cuenta, estaba cerca al gran gimnasio -y al único en toda la universidad- donde mayormente hacen competencias de baloncesto.

Tarareaba sin preocupación Closer de The Chainsmokers que sonaba en sus audífonos; hasta que el aroma que Rosé muy bien reconocía, llegó con avidez a sus fosas nasales.

Vainilla con un toque de canela.

Era Lisa.

Con una leve chispa de emoción al pensar que la linda omega estaría cerca, apartó el aparato de sus orejas y ladeó su cabeza de un lado al otro. Segundos después frunció levemente el ceño, no encontraba a la chica por ningún lado. Sin embargo, al agudizar su sentido del oído, pudo escuchar el común rechinido de zapatillas y el rebote constante de una pelota.

¿Alguien más estaba con tiempo libre? Rosé empezó a dudar, ya que en todo el trayecto de camino que llevaba, no divisó a ninguna otra persona cerca de ella.

Se encogió de hombros y sin dudarlo más, decidió acercarse a dicho lugar con pasos cada vez más rápidos al notar que el dulce olor de Lisa incrementaba durante el camino.

Extendió un poco los audífonos y lo puso alrededor de su nuca, sujetó con algo de fuerza su celular y abrió lentamente la puerta.

Le tomó algunos segundos procesar lo que estaba viendo, abrió desmesuradamente sus ojos en clara expresión de sorpresa para luego sonreír cortamente.

Aquella tierna omega estaba ahí, jugando con una pelota de básquet. No esperó más y antes de que Lisa pudiera darse cuenta de su presencia, prendió el celular y fue directo a la cámara, tomó todas las fotos posibles con un notorio brillo en sus orbes almendrados y una sonrisa genuina.

Una vez que creyó que fueron suficientes imágenes, lo metió al bolsillo trasero del jean mientras se adentraba aún más para poder sentarse en una colchoneta que yacía tirada cerca a la tribuna. Miró con cierta apreciación y cariño los dotes especiales y movimientos ágiles que Lisa ejercía, totalmente concentrada y sumida en realizar el ejercicios.

Treat you better | ChaelisaWhere stories live. Discover now