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La cara de Penélope era un poema, pasaba de feliz a emocionada hasta llegar a tristeza a medida que contaba nuestra historia. 

 "Entonces me dio el anillo y henos aquí." 

 "Wow" fue lo único que dijo. Asentí "quién diría que el niño bonito podría ser tan lindo" hizo un puchero. 

 "De hecho, puede ser muy tierno cuando se lo propone" guiñe un ojo. Ella soltó una risita "en fin, hace rato que esa luz parpadea, ¿que significa?" Mire en dirección de la pequeña caja donde antes había llamado a Spencer. 

 "Oh rayos" se giró tan rápido en su asiento que hasta yo me maree de solo verla "su Diosa del saber al habla" sonreí ante el apodo.

 "Hola hermosa" la voz de un hombre me hizo darme cuenta de que era Morgan, quien siempre se burlaba de Spencer, sonreí. Sonaba exactamente como él. 

 "Hola bombón de chocolate, ¿que deseas?" La mire, ella me guiño un ojo, negué divertida.

 "Quería saber si ya tienes algo para nosotros. Reid dice que ha estado llamándote, pero que no contestabas ¿Sucedió algo?" La rubia me miró, yo negué. No quería que lo supiera aún. Ellos sabrían la verdad de inmediato, con solo verme. Penélope era más fácil de engañar. 

 "No, no" le agradecí entre labios, ella asintió "pero sobre el caso, tengo algo" miré en dirección de las pantallas intentando descifrar lo que había en ellas. Había ubicaciones, fotos de personas. 

 "¿Qué tienes para mí, hermosa?" 

 "Los registros militares concordaron, Francis Gordon, 42 años, un año en el ejército antes de expulsarlo por mala conducta. Encontré un arresto por una pelea en un bar. Donde hospitalizaron a 3 personas. Ah... También aparece en una base de datos federal por, escuchen. Grupos de milicia agresiva."

 "¿Grupo de milicia agresiva? ¿Los hay de otro tipo?" La voz de otra mujer se hizo presente, podría ser JJ o tal vez Emily. No estaba segura. Pero el caso se oía interesante.

 "Aja. Así trabaja tu gobierno federal, especialistas en redundancia." 

 "¿Tienes su último domicilio?" La voz gruesa de un hombre mayor se hizo presente. Sabía que no era Guideon porque había escuchado su voz antes. En una rueda de prensa hace meses, cuando vi las noticias en la televisión de venta en el centro comercial. Aunque la voz de este hombre se me hacía familiar. 

 "Un complejo a las afueras de la ciudad, se los envié" me asombré ante la rapidez con la que lo hizo. Aunque bueno, hablamos de Penélope Garcia después de todo "Oh, también tiene una esposa que parece que ya no vive con él. Diane Marie Goehring, vive en Shelby, a unas horas de allí" en su mano izquierda anotaba algo en una pila grande Post it de colores rosas y morados.

 "Que la policía traiga a su esposa, Reid y yo nos haremos amigos de sus vecinos" así que Spence también estaba ahí. Inconscientemente, sonreí ante la mención de su apellido. 

 "Gracias, preciosa" colgó la llamada. La rubia regresó a verme. 

 "Así que bombón de chocolate..." me burle."Oh, cállate, ¿que me dices de esa sonrisa al escuchar el nombre de tu novio?" Me sonroje. 

 "¿Qué te puedo decir?" Encogí mis hombros "de todas formas ¿Crees que vuelva pronto?" Tenía la ligera sospecha de que eso no sería así, pero quería tener esperanza. 

 "No lo sé, depende de cuanto les tome atrapar al malo" Suspire "pero tranquila, son los mejores, lo harán tan rápido como puedan, así podrás ver a tu noviecito" subió y bajo las cejas con una sonrisa picará, reí.

 "Sí, tienes razón" Suspire "supongo que me quedaré aquí" la mire "si no te importa."

 "Claro que no, me encanta la compañía, más si viene de una chica dulce como tú" sonreí "aunque lo que escuches y veas aquí es confidencial, ya sabes, protocolo y esas cosas." 

 "Lo entiendo, tranquila, mi boca es una tumba" llevé mis dedos a los labios simulando un cierre sobre ella.

 "Perfecto, entonces cuéntame de ti" giro a mi lugar, mientras me acercaba otra silla que había al otro extremo del cuarto, me senté. 

 "Bueno..." la miré, tomé un respiro y comencé a contar cosas de mí. El cómo había aprendido a leer desde pequeña, mis días escolares y un poco de mi vida familiar. Al finalizar había contado el cómo decidí viajar para 'estar con mi novio' y estudiar aquí. No todo era mentira. De hecho, el 95% de todo lo dicho era verdad.

 Aunque mentirle a esa dulce mujer me estaba matando. No tenía opción. Sabía que una vez que los demás llegarán, todo se sabría. Pero por el momento, no podía pensar en otra cosa que me ayudara a quedarme allí hasta que él llegue y poderle explicar.

 Después de todo, Pen era una romántica empedernida, al igual que yo. Entre nosotras nos conocíamos. Así que, crear una historia de amor digna de una novela romántica era mi mejor opción para tener un lugar con calefacción donde pasar el tiempo. Quedarme en un McDonald's no era una opción, me echarían unas horas después de ver que ya no consumía nada. 

 Lo que me llevó a ver videos de un hombre asesinando y torturando a una mujer por cada cinta. Era grotescamente interesante. Casi como ver una película medieval. 

Después de ver la última cinta, otra vez la luz titilaba en aquella caja. Unos segundo después, la voz de otra mujer sonó y se hizo presente en la pantalla frente a la rubia. Me alejé un poco más de la cámara. Ella no lo noto, después de todo, se veía exhausta. 

 "¿No pudiste ver al socio?" Pregunto la mujer del otro lado, que hora sabia que era Emily. Pues era castaña, JJ era rubia según Spencer. 

 "No, él... él... escaneé cada cuadro, él tiene la cámara" la pobre mujer se veía trastornada y la comprendía, era perturbador de ver para cualquiera.

 "¿Estás bien?" 

 "No" sus ojos se veían apagados, quise abrazarla, pero aún estaba en la videollamada. 

 "Lo siento" Entonces colgaron.

 Apenas lo hicieron, me acerque y la abrace. Ella recargó su cabeza en mi pecho, tratando de buscar consuelo. Fue un gesto bastante adorable.

 "¿Qué tal si vemos el video de un panda comiendo bambú?" Sugerí, aun abrazándola. 

 "Que sean dos" se alejó de mí y nos pasamos el resto del tiempo viendo videos de animales tiernos soltando uno que otro "aww" fue una tarde sanadora, no sabía que lo necesitaba hasta ese momento. 

 No sabía exactamente cuantas horas son de Montana a Virginia, para cuando nos dimos cuenta eran ya las 10 de la noche. Ni siquiera tenía hambre, estaba acostumbrada a tener hambre.

 "¿Sabes donde están ya?" Pregunte en medio de un video sobre cachorros haciendo cosas graciosas.

 "Déjame ver..." comenzó a teclear con rapidez, en otra de las pantallas apareció la imagen de un auto moviéndose "parece que ya mismo llegan a la oficina." 

 "Es la localización de Morgan, ¿no?" 

 "No..." vi como se sonrojó. 

 "Tranquila nena, también haría lo mismo." 

 "¿En serio?" 

 "¡Claro!" Le sonreí "es la persona que amas, así que deseas saber donde está, además de que claro, tiene un trabajo peligroso, es comprensible lo que haces" palmee su hombro.

 "Gracias, creí que me vería como una acusadora o algo" hizo una mueca.

 "Para nada." 

 "Llegaron al edificio" informó, mi corazón dio un salto, por fin vería a Spencer una vez más y con ellos mi mentira se vería expuesta, "vamos, querrás esperarlo frente al ascensor" se paró, la imité.Caminamos juntas hasta pararnos frente a las puertas metálicas.

Autora:

Que emoción. Yo estoy emocionada a morir.

Con amor.

Rose 🌹

CaissaOnde histórias criam vida. Descubra agora