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Habían pasado 5 años, 2 días, 13 horas, 25 minutos y 22...23...24 segundos. Desde la última vez que vi a Spencer. 

Cuando entre en la camioneta de Gianluca. Supe que no me quedaría en la casa de New York. Ese mismo día, me subieron al Jet Privado, un doctor me esperaba con un suero nuevo y medicina.

Me senté y cerré los ojos, mis lágrimas rodando por mis mejillas. Mi corazón presionaba mi pecho de forma dolorosa. Apenas sentí el líquido frío recorrer mi brazo, caí en un sueño profundo. Para cuando desperté, estaba en una cama en la isla privada de Luca en Italia.

Los primeros meses fueron los peores. Apenas comía y ni siquiera salía de mi cama. El doctor me visitaba una vez a la semana y cuando vio que baje de peso, me pusieron vitaminas una vez más.

Al llegar diciembre, todos vinieron a festejar a la casa de la isla. Con ayuda de la famiglia volví a ser yo misma. Luca me dejo ir a la preparatoria de Sicilia en donde terminé el bachillerato.  En apenas dos meses.

Luca volvió a contratarme como contadora mientras estudiaba dos especialidades en la universidad de Verona. Había escogido criminologia como siempre soñé y psicología conductual. Por Spencer.

Al pasar dos años, luego de entrar a la universidad, decidí escribirle, mandarle una carta. Tendría que ser en código. Porque sabía que aún había rastros de los irlandeses. El jefe estaba escondido, aunque Luca podría encontrar a quien sea. Buscando hasta debajo de las piedras. Había batallado por saber que escribirle.  Pero cuando me decidí, había pasado cuatro años lejos. Aún así decidí escribirle.

Querido Spencer.

Lamento mucho el dejarte, aún cuando prometí que no lo haría. Pero antes de hacerte aquella promesa, había hecho otra para poder salvarte.

Cuando me secuestraron, mi único pensamiento fuiste tu y se intensificó cuando escuché como ellos sabían de ti, conocían tu información. Sabían todo de ti. Así que decidí ese día, que debía protegerte.

Antes de llamarte, llame a Luca, el prometió dejar que me encuentren, con la condición de que tuvieran a los irlandeses en su poder y a mi junto a ellos. No creas que me secuestraron, de hecho, yo decidí aceptar la oferta. Era lo mejor para ti y para mi.

Perdóname por no tomarte en cuenta, pero sabía que querrías venir conmigo y yo te hubiera dejado. Solo que, tu eres feliz en Cuántico mon amour. Si me seguías, tendrías que vivir escondido y vigilante.

Se que dirías que por mi lo harías. Pero no podía hacerte eso, no cuando tienes un futuro brillante como analista. Lo sabía y lo sé. Por eso te dejé atrás.

Ahora, te escribo esta carta, con el riesgo de que me descubran. Pero tu lo vales.

Estamos a poco tiempo de volver a vernos. Lo se, lo puedo sentir. Se que no merezco que me hayas esperado. Pero aun así, deseo que así sea. Que cuando nos volvamos a ver, pueda besarte una vez más.

CaissaWhere stories live. Discover now