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Nos habíamos sentado a comer el helado en silencio. No tenía ganas de hablar de lo que pasó y de nada en general. Ese había sido un día emocionalmente agotador. El peor de los agotamientos pero aún así debían ir al trabajo. Así que apenas terminamos de comer, volvieron a caminar solo que no me sentía con ganas de tocar a nadie. 

Podía sentir la mirada de Spencer a mi lado. Decidí ignorarlo. Caminando mirando hacia el frente, mi mente divagando entre los recuerdos y los planes a futuro.

Debía conseguir un trabajo una vez que terminará de cumplir su servicio comunitario en la UAC, no podía depender siempre de Spencer, ni económica ni emocionalmente. Debía ser fuerte por si mismas.

En el metro fue otro recorrido silencioso, me había apegado a la pared en un espacio vacío, cerré los ojos y recargue mi cabeza en la misma pared. Eso solía suceder a veces. Me despertaba y se convertía en un día agotador. Aún cuando no hice nada más que solo despertar.

"En la siguiente debemos bajar" murmuró mi amigo frente a mi, asentí abriendo los ojos, mirando sus ojos miel. Se veía preocupado, analizando mis expresiones. Le di una ligera sonrisa y me moví entre la la multitud para llegar a la puerta, apenas se abrió salí.

Espere hasta que Spencer estuviera a mi lado y lo abrace, aferrandome a su delgado cuerpo. El acaricio mi cabeza, dando palmaditas en mi espalda con su mano libre. Aspire su aroma. Dejando que se impregnara en mi mente, tratando de alejar esos pensamientos con su olor.

"¿Que sucede?" Susurro contra mi oído, se había agachado un poco.

"No está siendo un buen día" murmure contra su cuello, me había acomodado mejor cuando el se agachó.

"¿Quieres hablar de ello?" Yo negué, restregando mi nariz contra su cuello, se estremeció.

"Solo un minuto más y volveré a ser yo" susurre, volvió a estremecerse, sonreí. Era adorable en todos los aspectos posibles. Cerré los ojos, disfrutando su calor y presencia.

Tres minutos después me separe de el. Tome su mano, entrelazando nuestros dedos, camine en dirección de la salida. Me sentía mucho mejor ahora, el no dijo nada, siguiendo mi paso hasta que pare justo en medio de la salida.

"Tendrás que guiarme Korol, no conozco donde es" mire en su dirección, mi cabeza ligeramente inclinada. El me miraba, analizando mi rostro, sonreí, el me imito.

"Por aqui" tiro ligeramente de mi, caminando hasta llegar frente a las oficinas donde ayer me escabulli. Vi como paso su credencial por la maquina al igual que el otro oficial y entramos, aún tomados de la mano. Todos nos veían curiosos.

Al subir al ascensor nos pegamos al fondo, pasando por cada piso mirando hacia el frente, alguna que otra vez mirándonos. Podíamos sentir las miradas de los demás en nosotros y nuestras manos. Apenas llegamos a nuestro piso, Spence me arrastro hasta por fin salir. Solté un suspiro.

"Eso fue intenso" solté, mirando a las puertas cerradas detrás de nosotros "¿eres famoso o algo así?"

"Algo así" yo reí, alzando una ceja en su dirección "todos aquí saben que no me gusta tomar las manos de los demás"

"Oh" asentí comprendiendo "vamos, hay que decirle a Hotch que llegamos" me apresure a entrar seguida por mi amigo, apenas atravesamos las puertas de cristal. Todos nos vieron luego a nuestras manos. Tire de Spencer hacia mi "Si que eres famoso" murmure antes de caminar en dirección de las oficinas.

"Buenos días jefe" entre sin tocar, el me miró entre serio y divertido "perdón, me olvide de tocar" retrocedi, golpeando mi espalda contra el pecho de Spencer y volví a cerrar la puerta. Toque dos veces.

CaissaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz