2.4

1.1K 112 23
                                    

A la mañana siguiente, Spencer tuvo que irse temprano y yo me quedé durmiendo un poco más. Estaba agotada. Lo que me llevo a despertarme a las 11 de la mañana. Y solo porque mi teléfono no dejaba de sonar.

"¿Hola?" Mi voz sonaba ronca, mi cara aún pegada a la almohada.

"Marjorie, necesito que vayas al hospital que está cerca de la UAC" la voz temblorosa de Penélope me hizo levantar.

"¿Que sucedió?" Comencé a buscar ropa. Daba gracias de que en la última ronda, si nos hubiéramos bañado de verdad.

"Es Hotch" pare un segundo "se desmayo y yo... Y los demás..."

"Tranquila linda, voy en camino" mi mejilla pegada a mi hombro y en el medio mi celular.

"Si, si" termine de ponerme el pantalón de chandal.

"¿Que se sabe hasta ahora?" Lo pase a altavoz, mientras me abrochaba el brasier.

"No mucho, solo que tiene una ruptura de vaso y lo van a operar" su voz de corto al final de la frase, me puse una camiseta olgada dos tallas más grandes.

"Bien" tomé las converse de la noche anterior "voy para allá y tú atrapa al malo linda" tomé mi mochila con todas mis cosas, incluyendo la laptop. Me acerque a la puerta y tome las llaves.

"Si" su voz apagada.

"Tranquila linda, el estará bien, es Hotch después de todo" consolé, abriendo la puerta, llevándome un susto al ver a mi primo Tore a punto de golpear. Levanté en un dedo en su dirección.

"Si, tienes razón, el estará bien"

"Si, tranquila, ahora te dejo a que trabajes, mientras yo iré al hospital" mi primo me miró con el celo fruncido, confundido. Volví a levantar la mano.

"Okay, bye"

"Bye..."

"¡No olvides de llamarme si sabes algo!" Sonreí.

"Lo haré linda" colgué.

"¿Que sucedió?"

"Necesito que me lleves al hospital Tore" cerré la puerta con llave y salí. Mi primo me siguió. Apenas subimos al auto, el aceleró.

"¿Me dirás que paso?" Estábamos yendo a una velocidad normal.

"La persona que me cuido cuando llegue aquí, está en el hospital y no se sabe que sucede, necesito llegar rápido" gire a verlo, el sonrió vicioso.

"Déjamelo a mí, llegaremos en 5 minutos" pase la dirección al GPS y el avanzo.

No mintió cuando dijo aquello, subimos a 180 km/h, lo que era sobre el límite de velocidad. Pero no me preocupe. Salvatore era el mejor en cuanto a autos y carreras. Era un conductor asombroso.

"Estaré en el bar, llámame si necesitas algo" informo, mientras se estacionaba en la puerta de emergencias.

"Si, está bien" me colgué la mochila, abriendo la puerta.

"Y toma esto" se giró a la parte trasera, entregandome un sándwich y un jugo de frasco de cartón. No sé cómo sobrevivieron al viaje "estoy seguro que no desayunaste" sonríe avergonzada.

"Gracias" guarde la bolsa en mi mochila "ti amo primo mío" bese su mejilla y salí.

Apenas entre, escuché el rechinido de las llantas, sonreí negando, antes de caminar a la estación de enfermeras.

"Hola" llame, una de ellas me miró "¿Podría darme información de Aarón Hotchner?"

"¿Que parentesco tiene con el paciente?"

CaissaWhere stories live. Discover now