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"Buenas noches señor Petrov" nos estábamos dirigiendo a la casa de Luca en el Bronx. Spencer se encontraba cesado, dormido en el asiento, Franky manejaba a gran velocidad.

"Si" se escuchaba cansado.

"Lamento la hora, pero por fin pude desocuparme"

"No se preocupe" la tierna risa de una niña se escuchó a través del teléfono.

"Bueno, me gustaría hablar sobre negocios, pero si es un mal momento, podemos dejarlo hasta mañana" se escuchó la voz de una mujer y luego una puerta cerrándose.

"No, está bien, es un buen momento, así que comencemos" si voz era bastante autoritaria, pero no era algo que no pudiera manejar.

"Bien" acomode la cabeza de Spencer en mi hombro "como le decía, el precio por la revisión de cada bar, es de 10 mil"

"Me parece un precio justo"

"Bien, me alegro escuchar eso" acariciaba el cabello de mi novio.

"Perfecto, entonces, lo que necesito es que revise los 10 negocios que teníamos afiliados con Lorenzo"

"Envíeme los documentos a mi correo electrónico, tendrá los resultados a más tardar, el jueves en la tarde"

"Perfecto, hasta entonces"

"Hasta entonces señor Petrov" y colgué.

Dos minutos después nos encontrábamos frente a la casa y mi madre se encontraba mirándome con los brazos cruzados. Suspiré, antes de desabrochar mi cinturón y bajar.

"Buenas noches mamá"

"Marjorie Dissanti"

"Mamá, perdón, pero no puedo darte noticias fuertes por el embarazo"

"Ven aquí piccola"

Me extendió los brazos, caminé apresurada a su encuentro. Abrazándola con cariño, hundiendo mi nariz en su cuello. Mamá siempre olia a hogar.

"Jefa"

Gire en dirección de Franky, que sacaba a Spencer del auto.

"¿Lo trajiste a la casa?" Mire a mi madre esperando una reprimenda "Franky, llévalo al cuarto de invitados, llamaré al médico" regreso por las mismas dentro de la casa. Me quedé en shock. No esperaba tal recibimiento "¡Marjorie, entra de una vez, tu novio te necesita!" Sacudí la cabeza y me apresure a entrar.

Dos horas después, el doctor había revisado a Spencer, le había dado medicina y puesto un suero con medicamentos para el dolor de forma intravenosa.

Mientras tanto, yo me encontraba a su lado, acariciando su mano. La otra mano, revisando y tecleando la nueva computadora que mi padre había traído. Junto con un ceño fruncido que se acento en su frente al momento de ver a Spencer en casa.

"¿Caissa?" Mire en dirección de mi novio.

"Hola il mío amore" sonreí, dejando la computadora en el sofá donde me encontraba sentada.

"¿Donde estamos?"

"En mi casa" el examinó la habitación "bueno en la casa de mi familia"

"Estoy en la casa del jefe de la Cosa Nostra"

"Exactamente" lo mire, esperando alguna reprimenda.

"Estoy en la casa donde te cuidaron" giro su cabeza, con una sonrisa, misma que respondí con otra.

"En efecto, aquí fue donde criamos a una pequeña Marjorie" los dos giramos en dirección de mi madre, que entraba con una bandeja con comida que suponía era para mí. Dado que Spencer recién despertaba.

CaissaWhere stories live. Discover now