6. Quiero estar sola.

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Después de aquella conversación, se me quitan las ganas de seguir con la fiesta.

No me apetece seguir viendo su cara ni escuchando su voz.

Afortunadamente, no tendría que volver a verlo nunca más, espero con todas mis fuerzas no coincidir de nuevo con él.

Informo a los demás de que quiero irme a casa pero no quiero joderles la noche así que decido cogerme un taxi hasta casa para no tener que obligar a que ninguno de mis amigos me acompañase.

—Te acompaño. —Dice Luca. Sé que quiere terminar lo que empezamos con aquel beso, pero lo que menos me apetece ahora mismo es tener una noche intensa.

Ya ha sido lo suficiente.

—Gracias Luca pero de verdad, me apetece estar sola. —Le informo a lo que asiente algo decepcionado.

Me despido con la mano de todos, Jaden sigue donde lo he dejado así que ni siquiera tengo que despedirme de él, mucho mejor para mí.

El taxi no tarda en llegar y mientras voy de camino a casa, me permito pensar de más.

Estoy enfadada con la vida y con Jaden a partes iguales.

Con la vida por ponerlo de nuevo en mi camino y con él por sacarme de quicio de esa manera.

Por hacerme sentir invisible y vulnerable.

Sólo me ha hecho falta verlo una vez más para saber que el odio no se ha ido, que es una persona que nunca encajará conmigo y que nunca podremos llevarnos bien.

Solo me ha hecho falta verlo una vez más para no querer volver a verlo nunca más.

Después de este aparatoso incidente mi vida seguirá como siempre, recuperaré las ganas de tener a Luca entre mis piernas y todo irá genial.

Eso pensé, pero no podía estar más equivocada.

Cuando llego a casa, Desi y Naomi están ya dormidas ya que no escucho ruido, así que sin ni siquiera quitarme el maquillaje, me pongo el pijama y me voy directa a la cama.

Duermo como una marmota y cuando vuelvo a abrir los ojos, ya es de día.

Me levanto de la cama y la resaca me golpea trayendome a la realidad. Me digo a mi misma que no pienso beber nunca más y me dirijo hacia la cocina arrastrando los pies para coger una pastilla y evitar que el dolor de cabeza vaya a más.

No hay nadie en el salón y miro mi móvil para comprobar que ya eran casi las dos de la tarde.

Debería comer algo así que miro en la nevera para ver que hay. Las sobras de la comida de ayer es lo único preparado así que las caliento en el microondas.

Mientras espero, me meto en Instagram para ver las fotos que mis amigos habían hecho.

Me río con los bailes ridículos de Michel y Christian y le doy me gusta a la foto que Desi subió a su historia donde salimos las dos.

Veo que tengo una solicitud de seguimiento, pienso que es Oliver pero no puedo tirar el móvil sobre la encimera de la cocina cuando veo el nombre.

Jaden Rains.

El microondas pita, saco la comida y me siento en la mesa de la cocina. Me esfuerzo por comer pero estoy sin hambre.

Me vuelvo a levantar y cojo el móvil de nuevo para volver a mirarlo y comprobar que no es una alucinación debido a la resaca.

No lo es.

¿Qué cojones?

Hace 10 años, le envié una solicitud que me denegó sin ningún reparo. Ese fue el único esfuerzo que hice por intentar calmar las aguas entre nosotros.

El deseo de odiarte por siempre.Where stories live. Discover now