26. Es lo que hay.

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Me sorprende la facilidad de este hombre de dejarme sin palabras. Un silencio se abre entre nosotros mientras Jaden comienza a sonreír de una manera que me asegura que piensa llevarme al infierno con él.

Y no puedo negar que me muero de ganas.

—Ya.. claro. —Digo finalmente obligando a las palabras a salir de mi boca.

Vuelvo a subir la música para evitar escuchar mis propios sentimientos.

No me atrevo a mirarlo más y agradezco que Isabella inicie una conversación.

—Dua Lipa es genial, pero me gusta más Taylor Swift. —Anuncia mientras suena "New Rules" de Dua Lipa.

—Las dos están igual de buenas. —Contesta Jaden.

—¿Es necesario soltar ese comentario? —Le recrimina mi amiga, hago de tripas corazón para no girarme y mirar a Jaden con cara de asco.

Eso ha estado tan fuera de lugar, como siempre un hombre opinando sobre el físico de una mujer. Un clásico.

Intento morderme la lengua y evitar el conflicto pero no puedo estar callada, supongo que soy de mecha corta.

—Es su pasatiempo favorito, opinar sobre que tía estás o menos buena, como si tuviera el cerebro en la polla. —A decir verdad, nunca había escuchado a Jaden hablar sobre ninguna otra mujer delante mía pero seguro que lo hacía. Todos los hacen no me jodas.

—Mejor no hablemos de pasatiempos favoritos, tienes mucho que callar Lena. —Responde Jaden.

Y adiós al buen rollo, otra vez.

Niego con la cabeza intentando no entrar en su provocación. Pero Isabella no puede dejarlo estar, que va.

—¿Qué pasatiempo tienes Lena? —Pregunta con la voz cargada de falsa inocencia.

—¿Aparte de emborracharse y liarse con sus amigos? —Interviene Jaden antes de dejarme responder a mí.

Me giro hecha una furia pero me relajo levemente al ver como sonríe. Ya hasta su sonrisa tiene efecto en mí.

—Exacto. —Decido seguirle el rollo. —Menos mal que no eres mi amigo entonces.

—Desde luego, no me quiero imaginar cómo sería besarte. Tienes pinta de soltar mucha baba. —Abro los ojos ante el recuerdo de nuestro beso y a las atrocidades que nos dijimos después.

Sabe dónde darme el imbécil.

Evito a toda costa mirar a Isabella que sabe lo que pasó entre nosotros y me giro suspirando pesadamente e intentando por todos los medios no ahorcarlo ahí mismo.

—Bueno, ya estamos llegando. —Avisa Oliver para evitar que la conversación siga hasta una discusión.

Los siguientes 10 minutos estamos callados. Noto como Jaden mira de vez en cuando a mi dirección pero mantengo mi cabeza hacia delante mientras recito un padre nuestro varias veces para no girar y mirarlo.

Y funciona.

Finalmente llegamos y tengo que decir que la casa es... impresionante. Está rodeada de árboles y un gran muro separa el terreno del espeso bosque que hay detrás. Justo en frente, a unos metros, se puede apreciar perfectamente las dunas de la playa que como bien dijo Desi, esta desierta.

Jaden aparca frente a una zona asfaltada y no puedo reprimir las ganas de bajarme del coche.

Voy directamente hacia frente a la casa y me giro hacia la playa contemplando el paisaje. El viento trae el olor de la arena y del mar, a su vez se escuchan como las olas rompen sobre la orilla igual que las hojas de los árboles se mecen.

El deseo de odiarte por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora