7. Ataque y contra-ataque.

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Nunca he creído en el destino, ni el karma, ni ese tipo de cosas. Pero estoy comenzando a pensar que tal vez he infravalorado el poder espiritual de estas cosas.

Esto es una mala broma de la misma vida. Hacer que Jaden y yo nos encontráramos de nuevo en menos de 24 horas tiene que ser una broma pesada y desagradable.

Prefiero morir y ahogarme entre terribles sufrimientos antes que tener que pasar una tarde entera con este ser.

Me quedo tan blanco que ni siquiera escucho lo que ocurre a mi alrededor. Mis ojos están fijos en él incapaces de mirar hacia otro lado.

El nudo en el estómago hace que quiera vomitar y los nervios comienzan a apoderarse de todas las células de mi cuerpo.

¿Por qué cojones reacciono así cuando lo veo?

¿Jaden es la cita de Isabella? Si es así, voy a tener una charla muy seria sobre todas las cosas malas que tiene este chico, empezando por su egocentrismo extremo y su mirada estúpida y acabando por lo imbécil que es.

Me niego a apoyar esta relación y me niego a ser testigo de ella. No y no.

—Anda Lena, que sorpresa verte aquí. —Comenta Oliver que consigue que aparte mi mirada de Jaden hacia él.

Como anteriormente, lleva el pelo recogido y varios mechones de su pelo oscuro se sueltan de este.

Veo como mira de reojo a Jaden intentando disimular de nuevo la incomodidad que se respira en el aire.

El pelinegro de ojos verdes está tan pálido como yo. Parece ser que a él tampoco le apetece verme de nuevo.

—¿Os conocéis? —Pregunta Isabella sorprendida mientras mira la situación con el ceño fruncido.

—Pues sí, tenemos un amigo en común y ayer fuimos a la fiesta del West Beach todos juntos. —Explica Oliver a Isabella que asiente intentando comprender la situación.

Asiento mientras mis ojos no pueden evitar recorrer a Jaden con la mirada.

Lleva una camiseta blanca lisa y un pantalón vaquero de color negro. Va simple, sencillo y aún así parece un puñetero dios.

Bajo la mirada hacia su brazo izquierdo y me fijo en cada uno de los tatuajes que decoran su piel. Me pican la yema de los dedos por las ganas de pasar mis manos por...

—¿Verdad Lena? —La voz de Isabella me saca de mi trance y me sonrojo al ver como la maldita sonrisa engreída ha vuelto a los labios de Jaden.

Aparto los ojos hacia la rubia y el nudo de mi estómago se afloja levemente.

Oliver e Isabella están cogidos de las manos y sin entender porque, puedo comenzar a respirar mejor.

Mi amiga hace una pareja curiosa con Oliver, ella parece sacada de una película de barbie y él de una de acción de vikingos con el pelo largo y recogido.

—¿Verdad el qué? —Pregunto, porque sinceramente, no me he enterado de una mierda.

—Que trabajamos juntas... ¿estás bien? Te veo algo pálida. —Asiento con la cabeza intentando disimular y sonrío como puedo.

—Estupendamente. —La ironía en mis palabras hace que mi amiga me mire entrecerrando los ojos, pero esa mueca desaparece cuando se gira y tira de Oliver.

—¡Vamos a por un helado! —Afirma ilusionada y ella y su querida cita, se alejan de nosotros, dejándonos solos.

Qué incómodo.

Isabella y Oliver van más adelante, hablando entre ellos y riendo, por otro lado, estamos Jaden y yo, en silencio y sin ni siquiera ser capaz de mirarnos el uno al otro.

El deseo de odiarte por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora