10. Casualidad y mala suerte.

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En cuanto entró por la puerta de casa, Desi, que está sentada en el sofá con Luigi en brazos, suelta un fuerte quejido.

Está llorando a moco tendido y hay papeles por todos lados. Suspiro y cierro la puerta de forma sonora para que se percate de mi presencia.

—¿Dónde estabas? —Pregunta mientras se suena los mocos de forma sonora.

Me acerco al sofá y me dejo caer sobre él, Luigi salta a mi regazo y sonrió mientras le acaricio la cabeza.

—Eso no importa. ¿Qué te ha pasado? —Desi se levanta y se sienta en la mesita que tenemos frente al sofá. Me fijo en sus ojos, ha estado llorando posiblemente desde que me escribió y me siento mal por no venir antes.

—He dejado a Naomi.

—¿Qué? ¿Por qué? —Me quito los zapatos y subo los pies sobre la mesa. Sé que esta conversación se va a alargar así que mejor estar cómoda.

—Me llamó borracha, dice que tengo un problema con el alcohol y que no quiere verme más como anoche. —Responde mientras hace un puchero.

Desi es demasiado dramática e inestable en cuanto a relaciones amorosas. Deja a las chicas con las que sale por tonterías y toma decisiones en caliente de las cuales siempre se arrepiente. En eso Michel y ella son iguales, extremistas, alocados y dramáticos.

Es contradictorio el querer buscar una relación estable y ser así.

—Anoche te pusiste muy mal. Naomi estaba preocupada. —Afirmo para que entienda que su novia estaba preocupada.

—Pero me ha llamado borracha.

—Lo que eres. —Desi suelta un leve sollozo y no puedo evitar reírme ante lo pequeña que parece en esta situación tan vulnerable.

—Sé que tienes razón y que no era una excusa para dejarla pero me da miedo Lena. Nunca había sentido lo que siento y no quiero acabar destrozada. —Mi mejor amiga se sincera y eso hace que afloje las tuercas con ella. Suelo darle mucha caña con estos temas pero hoy por alguna razón, me siento con empatía.

Quito los pies de encima de la mesa y me incorporo, le cojo de las manos y Luigi maulla mientras salta de mi regazo hacía la mesa y se sienta para mirar el espectáculo.

—Es normal, pero, el amor es eso. Es arriesgarse, sentir como si estuvieras constantemente en la cuerda floja, es el vértigo que sientes cuando te mira o cuando rozáis las manos. Es el cosquilleo en el estómago y es el miedo a perderlo.

Desi frunce el ceño mientras se seca las lágrimas que todavía caen por su cara y me mira mientras guarda silencio.

—¿He dicho algo malo? — Pregunto algo confusa. Me ha salido un discurso de la hostia, demasiado bueno para haberlo dicho yo y ese es el problema.

—¿Desde cuando hablas tú de amor, Lena? ¿No tienes nada que contarme? —Insiste mientras me mira de forma sospechosa.

Niego con la cabeza y suelto sus manos. ¿Por qué cojones he dicho eso? ¿Yo qué cojones sé que es el amor si nunca lo he experimentado? Si lo único que ha habido en mi vida es odio, culpa y rencor.

—Sólo te he dado un consejo. Que es normal que tengas miedo ya está. Llama a Naomi y soluciónalo. —Intento enfocar de nuevo el problema en ella, en su situación pero Desi no quiere rendirse.

Me levanto del sofá y me dirijo a la cocina para echarme un vaso de agua, de repente, tengo mucha sed.

Noto como mi mejor amiga sigue mis pasos. Me giro y se sienta en el pequeño banco mientras se cruza de brazos.

El deseo de odiarte por siempre.Where stories live. Discover now