Casi Perfecto

1. Una sonrisa para ti.

—No quiero bailar, en verdad, Taeh no insistas.

—Pero todos bailan menos nosotros.

—Alli está Jungkook, no quiero dejarlo en mal.

—A tú esposo nisiquiera le importa que estés aquí.

Jimin sonrió ofendido y luego se levantó riendo triste con su mejor amigo.

—Lamento decírtelo así, pero es la verdad.

—Podria estar frente a él  y no notaría mi presencia. -Dijo el pelinegro riendo muy cerca del oido del más alto

—Yo te buscaría hasta el fin del mundo mi mochi, si fueras mi esposo jamás te perdería de vista. —Dijo Taeh.

Era una broma pero para Jimin esas palabras le ayudaban al pesado dolor que experimentaba a menudo.

-—Gracias Taeh, no se que haría sin ti.

—Eres un tonto, tu eres el hombre importante en el ramo textil, ese pelagatos no es nadie.

Dieron una vuelta pronunciada que hizo que Jimin se mareara y se riera en los brazos de su amigo agarrándose con fuerza.

—Por eso es que nada importa en realidad ——Dijo Jimin sonriendo hacía donde se encontraba su marido - Solo el maldito dinero es lo importante.

—Eso y un buen sexo.

Jimin golpeó el hombro de su amigo riéndose.

—El sexo está sobrevalorado. —Se quejó Jimin.

—Yo no digo mentiras. —Replicó Taeh

—El sexo no están bueno como lo dicen, si no hay amor entonces de no vale la pena. —Al menos para él aún le resultaba imposible entregar su cuerpo a una persona extraña.

—Que sorprendente evento.. —La música se quedó en silencio y ellos se quedaron en la pista de baile.

Jimin miraba el lugar que pronto se quedó a oscuras y las luces que colgaban del techo comenzaron a cambiar de color.

El traje blanco de Jimin cambiaba de acuerdo con ellas.

-Me esforcé en la decoración, valió la pena todo. —Taeh era experto en diseño y se dedicaba a organizar eventos de alcurnia. Jimin y el eran amigos desde  siempre y él solía llevarlo a los eventos más prestigiados como invitado especial. —Pero no es tan sorprendente como tú mi querido amigo.

La buena reputación de Jimin hacía que fuese parte de la socialité de la clase más rica donde solo unos pocos eran aceptados.

—¿Yo? —Preguntó Jimin.

— Así es, es increíble que creas en el amor después de todo lo que te ha sucedido.

Jimin miró a su amigo y luego sonrió apenado.

—¿Qué tiene de malo el amor? lo malo es la avaricia de querer tener todo.

—Mi mochi... —Taeh lo miro con tristeza, Jimin ya estaba acostumbrado a eso cuando le abría el corazón a su amigo. Al menos el entendía lo que estaba sufriendo.

—Que importa Taeh, el amor es un capitulo que se cerró hace tiempo para mí, seguiré mi vida sin importar que no haya nada bueno en ella.

La música comenzó a sonar de nuevo en una balada romántica que lo llevó a los brazos de su amigo.

—¿Que hay de mi?  ¿yo soy bueno para ti?

Jimin rompió el momento melancólico y comenzó a reír con su amigo.