Casi Perfecto

7. No me dirás nada.

Jungkook manejaba con cuidado por las calles de Seúl sintiendo un maldito nudo en el estómago.

Tenía mil ganas hablar las cosas de una vez por todas.

Entre mas avanzaba entre el tráfico más era la tensión que sentía, era casi media noche y eso quería decir que no tendría mucho tiempo para hablar, tal vez solo lo dejaría en la puerta de la mansión y luego iria directo a tomar un vuelo a Japón.

Nada más le agradaba que cerrar ese capitulo en su vida.

-No dirás nada. -Dijo Jungkook con la voz trabada, siempre había tenido curiosidad acerca de su forma de pensar.

-No.

-Despues de todo lo que hiciste. -Sentia un poco de fastidio tener que obligarlo a hablar.

El silencio le hizo callar unos instantes.

-¿Es que acaso eres tan cínico?

-No me disculparé si es lo que buscas.

-¿Comprar a las personas es algo que haces todos los días?

Algo dentro de él le decía que no debería de tratarlo así, pero había pasado tanto tiempo en la espera de una maldita explicación.

-Creiste que yo jamás sabría, que estupidez, debiste divertirte mucho con el negocio que cerraste, sabes algo, trabajaré mucho para poder regresarte cada centavo que invertiste en mi empresa, no pararé hasta estar libre de ti.

La rabia comenzó a hervir dentro de él, en cada ocasión que la gente podía le hacian el recordatorio de que la influencia de Jimin le había ayudado a su exito.

Jamás se quitaría eso.

Y eso era algo que en verdad le molestaba.

Recordaba la forma en que la hermana de Jimin lo acuso de ser un sinvergüenza.

Joder, hizo una mueca.

Era así como todos lo veían, jamás se quitaría esa maldita cruz.

-Aunque todo este tiempo creí que te arrepentirias, pero veo que no es así.

-No espero que me entiendas -Dijo Jimin en un susurro.

-¿Crees que todo en la vida es dinero? me das asco.

Se arrepintió al instante de decir eso, la furia le estaba llevando a decir cosas que en verdad no sentía. Así que se quedó callado el resto del camino.

Cuando se estacionó frente a la mansión que compartían en matrimonio no fue al camino para dentro solo se quedó a orilla de la avenida.

Esperaba que Jimin abriera la puerta pero no lo hizo.

Jungkook no sabia cómo retractarse de lo que había dicho.

Igual no importaba mas, era seguro que no se volverían a ver.

-El tiempo que pasamos juntos valió cada maldito centavo que invertí, para eso sirve el dinero ¿No es así?

Jungkook miraba hacía el frente sin palabras, Jimin prosiguió.

-Tienes razón el dinero no lo es todo, de otra manera, ese divorcio no hubiese existido. Faltó más que dinero para que lo nuestro funcionará y lo he buscado, todo este tiempo que he estado sin ti, he notado tantos defectos en mi que antes no sabía que estaban, ha sido tan horrible ver cuánto tonto he sido, aún así los he ido remediando uno a uno, pero aún no he terminado.

Jimin desabrochó su cinturón de seguridad. En ningún momento se miraron a los ojos parecía que ambos tenían miedo de lo que pudiera pasar.

-No te puedo pedir disculpas por qué no me arrepiento de haberte conocido, no me arrepiento de ser tu esposo, no me arrepiento de absolutamente nada.

-Entonces ¿por qué firmaste el divorcio sin antes aclarar todo?- dijo Jungkook sintiendo que su corazon dolía de nuevo.

-Por que tu mereces ser libre y yo...

Otro largo silencio.

-¿Tú que....?

-Tu lo acabas de decir, soy un asco de persona.

Con esto Jimin salió del auto e ingreso a la verja de la entrada donde el portero lo recibió y le abrió la puerta de la casa.

Jungkook se había quedado en blanco, odiaba la idea de que sus palabras lo hubiesen lastimado tanto.

Eso era lo que había pasado por alto, eso que no encajaba por más que diera la vuelta una y otra vez al asunto.

Todo ese enojo y furia por la situación jamás le dejaron recordar del amor que Jimin decía profesarle. Ese amor que siempre le había demostrado.

Bajó del auto y entró a la casa detrás de él.

💟

Que capitulo tan cortito.

Chao.