11. Habitación ajena.

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La cabeza le dolía.

Apenas abrió los ojos se dio cuenta que no estaba en su departamento.

¿Que demonios?

El reconoció ese lugar.

Había estado allí muchas veces.

La habitación de Jungkook.

Con el corazón a tope se levantó, cosa de la  cuál se arrepintió cuando sintió que su cabeza explotó, el dolor en sus ojos lo hizo cerrar, con la misma fuerza se acostó de nuevo y llevo una almohada a su rostro. La luz del sol se apagó de inmediato y Jimin comenzó a recordar lo que había pasado la noche anterior.

Recordaba reír, luego tomar y reír más, pero por qué en ningún momento recordaba que hubiese hablado con su ex esposo.

El dolor doblegó su pensar y se volvió a dormir un poco.

Cuando despertó de nuevo fue porque escucho que alguien caminaba por la habitación.

Consciente del lugar donde estaba, se quedó quieto fingiendo dormir.

Escucho que abrían el buró de un costado y luego el cierre de un pantalón, el sonido del atomizador de un perfume. Inmediatamente el aroma lleno sus fosas nasales y le hizo cerrar los ojos.

—¿Cómo te sientes? — Escuchó Jimin y eso le hizo poder respirar de manera normal sacando todo el aire que tenía en sus pulmones. Ni siquiera sabía que estaba reteniendo el aire.

—Me duele mucho la cabeza.

No quería preguntar como demonios había llegado allí, por qué si no se acordaba era por qué su grado de alcoholismo estaba muy avanzado.

—Te traje pastillas y un suero, tómalo para que mejores.

Su voz tenía un tono desaprobatorio.
Pero a este punto no le importaba nada más que salir de allí.

Se destapó y abrió un solo ojo para ver dónde estaban las pastillas, con rapidez lo busco con la mirada y lo vio sentado en el reposa pies de la cama.

Jimin tomó rápido la pastilla.

—No debiste tomar tanto, confundiste la habitación de Taehyung con la mía.

Jimin abrió los ojos al recordarse a si mismo yendo a buscarlo y luego meterse a su cama con todo el descaro.

—Yo... no ...

—Dormi en la sala no te preocupes.

Jimin estaba tan avergonzado.

—Tal vez deberías medirte un poco, tomar tanto podría ser perjudicial.

Jimin lo miró un poco molesto, pero cuando lo vio bien, resultó con un aspecto totalmente fresco, como si fuese a un cóctel o algun partido golf.

Tal vez se le olvidó lo que iba a decirle.

Solo logro bajar la mirada a sus manos para poder concentrarse.

—No sé que sucedió, no tomé mucho según yo.

—No importa es casi medio día,  porque no te cambias y desayunamos juntos.

Jimin lo miró sorprendido y luego observó que en la cama había ropa que era suya, un pantalón beige y una camisa blanca. Jimin reconoció esas prendas. El mismo las había dejado en el closeth de Jungkook cuando recién comenzaban.

Cuántos recuerdos.

—No, creo que es mejor que me vaya.

Jimin salió de la cama agradecido de que aún tuviera su ropa en su cuerpo, no estaba seguro de lo pudo haber echo en la noche, pero fue que al poner sus pies en la moqueta Jungkook se acercó y lo miró a los ojos.

Casi PerfectoWhere stories live. Discover now