12. Hay un celoso cerca.

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Jimin estaba en urgencias de nuevo.

Con sus lentes negros ocultaba su rostro sin maquillaje, su cabello oscuro tapaba su frente, su ropa, si, la misma que había estado en el armario de su ex esposo.

Joder si solo le faltaba haber tenido sexo con él para ahora sí cometiera la estupidez completa.

Lo bueno, era que no había sucedido, aunque no por propia convicción, si no por que Jungkook jamas sería capaz de abusar de él en estado de embriaguez de eso estaba seguro, el que fuera un hombre totalmente confiable era algo que Jimin agradecía.

La vergüenza aún estába en su cuerpo cuando salió de esa casa y la servidumbre de la casa lo miró con una sonrisa en su rostro.

Aunque fuese lo que mas quisiese, acostarse con su ex esposo solo incrementaria el grado de locura interno que ya tenía. Al menos ahora estába completamente seguro que podría mantener un relación de amistad sana.

Ahora eran amigos.

Jimin quería golpearse.

Por qué no se negó simplemente.

Ahora que, tendría que aceptar a salir con el como amigos.

Amigos y una madre.

Estaba rompiéndose el cerebro cuando apareció Taemin. Jimin no supo por qué pero se abrazo de él apenas lo vio.

-¿Jimin? ¿Estás bien?

Jimin se negó.

-¿Sucedió algo cuando me fui? ¿Jimin?

-No paso nada, solo que... estoy tan asustado.

Jimin se dejó abrazar por el doctor.

-Dime que paso para poder ayudarte.

Él se negó, es que parecía tan tonta aquella situación, sin embargo el solo echo de que el apretara su agarre a su torso le hizo tranquilizarse.

-Lamento que tuviera que irme de la fiesta anoche, hubo un accidente de tráfico y tuve un llamado.

-Esta bien, fui yo quien te sacó de tu trabajo, eso estuvo totalmente mal.

El doctor Taemin le sonreía amablemente, luego le limpió sus lágrimas suavemente con su pañuelo que saco de su camisa. El aroma a perfume inundo su nariz, siempre podría reconocer esa rica colonia.

-Si no pasa nada entonces ¿por qué lloras?.

Jimin alzó los hombros como si fuera un niño que le está interrogando por galletas, no le podía decir que tenía miedo de sus propios sentimientos hacia su nuevo amigo.

- Desperté está mañana con mucho dolor de cabeza, tal vez sea por eso. - Mintió Jimin.

Él lo miró con cariño y Jimin mejoró su expresión para que en verdad le creyera que no tenía nada.

Su mano aún sostenía la de él. Entonces Jimin volteó a ver está unión. La yema del dedo pulgar del doctor estaba tomando su ritmo cardíaco, eso le dio risa y alzó la mirada a él.

-¿Qué haces?

-Entiendo que podrías estar pasando por un ataque de pánico, ven yo te ayudaré.

En la cafetería Jimin tomaba un té de tila mientras esperaba al doctor.

-Lamento quitarte tu tiempo -Dijo Jimin cuando regresó con un café en sus manos.

-Los médicos debemos agradecer a las personas que nos sacan de la rutina, es muy fácil perder la noción del tiempo.

Casi PerfectoWhere stories live. Discover now