29. Relájate, bonito.

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🤚🔞

El magnetismo en sus labios hacía que Jimin se estremeciera y se alzará hacia ellos.

Jungkook bajó por su barbilla y luego a su cuello, justo allí encontró un lugar cálido y sensible que robó un gemido de su contrario. Mordió el lóbulo de su oreja con suavidad sintiendo como la cosita en sus brazos se derretía. Ambos eran conscientes del tacto rígido de sus erecciones.

Aquello dejaba en claro que está vez no habia manera en que aquel encuentro fuese de índole vergonzoso si no todo lo contrario.

Los recuerdos regresaron a él.

Reconocía su esencia dulce, los sonidos suaves que emitía al sentir placer y esa entrega tan propia de él, nada había cambiado, él estaba allí, tal como él le había dicho, aunque parecía que estaba ausente todo el tiempo, en verdad era él mismo, así que solo debía amarlo correctamente está vez,  nada había desaparecido, reconoció su amor y su anhelo, entonces en ese momento dejó de sentirse como un idiota buscando algo que parecía perdido.

Había sido un idiota al pensar que Jimin era una persona distinta. Pero es que a pesar de saber que tuvo un error le fue muy difícil reconocerlo.

Tal vez tenía miedo de aceptar que Jimin siempre se había mostrado tal cuál es y así saber que él en verdad solo se había dejado llevar por su ego herido.

Arrepentido de no tener valor de aceptar sus errores, besó cada parte de su piel con devoción. Había pasado tanto tiempo extrañandolo y él estaba aceptando sus caricias y eso era mucho más de lo que se merecía.

—Gracias por dejarme amarte de nuevo.

—.... de nada — contestó Jimin correspondiendo a su beso de nuevo,  abriendo la boca para acariciar su lengua con la de él. —No te detengas está vez por favor.

Jungkook absorto de todo solo bebiendo de su entrega no notó que sus manos estaban sujetándose por su espalda, hasta que su agarre fuerte le saco una queja  de dolor que fue apagada en sus labios dulces en una pronunciada sonrisa.

—lo siento... es que ha pasado tanto tiempo que nadie me toca.

Demasiado tarde para no entender sus palabras

—¿Nadie? — Preguntó Jungkook con voz profunda pues estaba tan excitado que su cuerpo estaba en total tensión sobre su ex esposo.

—Nadie. — Aclaró Jimin.

En la oscuridad del cuarto ambos estaban en la misma condición pero ambos sonrieron.

—Yo tampoco estuve con nadie más.

Jungkook se acercó más a él y comenzó a mover sus caderas satisfaciendo la necesidad de placer de su contrario. No era sincero cuando negaba su propia necesidad, era más fácil decir que hacía todo aquello para servirle a él, que aceptar que él también quería sorber cada gemido de su garganta,  pero en el margen de sus buenas intensiones estaba su instinto por obtener todo de él de nuevo.

Los gemidos de ambos se mezclaron. La energía de la excitación recorrió su cuerpo y pronto necesito mas de él.

Besó su pecho y llevó un suave pezón a su boca, mordisqueó y succionó para su deleite notando como esté se endureció a causa de su estimulación.

Imaginar que lo penetraba creo una especie de efecto placebo delirante donde ambos se regocijaron moviendo las caderas reencontrando aquel ritmo que solían bailar a la par. No era la realidad, eran los recuerdos, la añoranza y las marcas de amor que aún tenían ambos cuerpos los que les llevaron a perderse un largo tiempo reviviendo cada una de esas sensaciones dormidas en ellos.

Casi PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora